Silvia Bañón: las lecciones de vida de la golfista por sorpresa

Reconoce que no es fácil que desde fuera el golf sea un deporte capaz de seducir a los más pequeños: «Es verdad que no parece que sea divertido pero si lo pruebas te engancha, quieres mejorar y vuelves otra vez y cuando te sale, sientes una satisfacción muy grande». Ella se enamoró de un deporte que empezó a dominar desde el principio. En 2017 estrenó su palmarés profesional y tiene dos referentes dignos de admiración: Severiano Ballesteros y la campeona sueca Annika Sörenstam. «La felicidad completa no creo que exista. Son momentos y hay que aprovecharlos», es una de las frases más conocidas del impulsor del golf español, una frase que parece haber tomado para sí Silvia. Disfruta y se divierte en cada torneo. Sacar el lado bueno de las cosas es una de sus máximas. En 2019 se fracturó el radio de su brazo derecho: «Me operaron y estuve varios meses sin competir, no pude ir a Australia. Cuando iba a empezar, estalló la pandemia», afirma. Aunque al principio sintió un poco de «rabia» al tener que posponer el ansiado de regreso: «Estaba preparada para volver pero después pensé que el parón serviría también para que el brazo se recuperase totalmente».

La jugadora acaba de terminar su participación en uno de los torneos del D&B Pro Golf Tour en Toledo, anteriormente se proclamó segunda en la primera prueba celebrada en el Centro Nacional de Golf en Madrid: «He disfrutado mucho, los torneos mixtos son muy divertidos». Hoy Silvia pondrá rumbo Sudáfrica, donde la semana que viene da comienzo una nueva temporada del Ladies European Tour (LET) con el Investec South African Women's Open celebrado en el Westlake Golf Club.