Sea cuando sea el final, Kiko Martínez ha marcado una época en el boxeo. El ilicitano, de 37 años, es una leyenda. Sin embargo, desde hace tiempo, prepara su retirada. Se había propuesto decir adiós por todo lo alto, colocándose una nueva corona mundial. La quinta en su rutilante carrera. El pasado sábado, llegó al Ariake Arena de Tokio con el firme objetivo de tumbar al japonés Reiya Abe en el combate de eliminatoria por el título del peso pluma de la IBF. Demostró su casta, algo innegociable para él cada vez que se sube al cuadrilátero, pero no pudo obtener el billete. Una derrota que empuja al laureado deportista a resolver una cuestión. ¿Ha sido su último baile?
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Kiko Martínez cayó por decisión unánime frente a Reiya Abe. De esta forma, el japonés luchará por el cinturón de la IBF (Federación Internacional de Boxeo) frente al vencedor del combate que tendrá lugar el 27 de mayo en Belfast entre el mexicano Luis Alberto Venado López, defensor del título, y el aspirante irlandés Michael Conlan.
El ilicitano, conocido como la Sensación, había admitido la posibilidad de que la del sábado fuese su última pelea como profesional. Y es que encaraba este asalto del título mundial como la guinda a su histórica trayectoria dentro del cuadrilátero. A pesar de todo, sólo él sabe si finalmente colgará lo guantes o volverá a subirse al ring.
«¡Matar o morir!», se oía en la esquina de Kiko Martínez al arrancar el último asalto en el Ariake Arena de Tokio. Esta vez, no pudo ser. Los jueces dieron la victoria a Abe y el ilicitano, quien deleitó al público con su garra, volverá a casa para meditar sobre su futuro.
Kiko Martínez venera a Javier Castillejo, el púgil español más laureado de todos los tiempos. Y en noviembre de 2021, en Sheffield, la Sensación, igualó una hazaña que sólo había estado al alcance de su ídolo: alzarse como vencedor mundial en dos categorías diferentes. El ilicitano se proclamó campeón del peso pluma de la IBF tras noquear a Kid Galahad.
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El ilicitano cuenta con cuatro títulos mundiales: tres en peso supergallo y uno en pluma. En marzo de 2022, perdió esa histórica corona al caer ante Josh Warrington en un polémico combate marcado por la escandalosa permisividad arbitral. Una pelea indignante por los cabezazos del inglés. Aquello hizo mella en Kiko Martínez. De ahí que, hace un año, perdiera la ilusión y pensara seriamente en la retirada. «Muchísimas veces. Estaba por dejarlo», reconoció en su día.
Sin embargo, el pasado verano decidió reinventarse: «Cambié por completo. Cambié por completo todo el equipo, lo cambié todo, porque había perdido la ilusión, la confianza en mi esquina, lo había perdido todo. Opté por hacer un cambio radical y quemar mi último cartucho porque era eso o el retiro. La clave era desatascar mi cabeza para volver a ser Kiko Martínez». Entonces se rodeó ni más ni menos que de dos referentes como Gabi Sarmiento y Ricardo Sánchez Atocha: «Estuvimos durante todo el verano entrenando muy fuerte. Fue increíble. Fue una preparación durísima. La clave fue volver a coger la confianza en mí».
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El golpe de timón surtió y el pasado mes de octubre obtuvo su sexto título europeo. El segundo en peso pluma. Arrolló al inglés Jordan Gill en el OVO Arena de Londres. Un impulso que le llevó a plantearse un reto definitivo: el de proclamarse nuevamente campeón del mundo y retirarse. La derrota del pasado sábado ante el japonés Reiya Abe abre un interrogante que Kiko Martínez resolverá próximamente.
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