El último reto de Kiko Martínez

Antes del verano, Kiko Martínez se veía más fuera que dentro del cuadrilátero. Eran muchas las veces que se le pasaba por la cabeza abandonar el boxeo. La polémica derrota ante Josh Warrington del pasado mes de marzo, que estuvo marcada por la escandalosa permisividad arbitral, hizo mella en el ilicitano. Perdió la ilusión. Las ganas. La fe. Pero resurgió. Se reinventó y se rodeó de un nuevo equipo para volver a golpear con fuerza. El resultado, su sexto título europeo. El segundo en peso pluma. La Sensación, tal y como se le conoce, arrolló al inglés Jordan Gill en el OVO Arena de Londres. Le superó por KO técnico en el cuarto asalto. Sigue aumentando su leyenda. Su próximo y definitivo reto es proclamarse nuevamente campeón del mundo y retirarse. Lo tiene decidido.

«Quiero ganar el título del mundo y dejar el boxeo. Quiero retirarme siendo campeón del mundo. Esa es la meta mía y de mi entrenador. El mismo día lo dejaría. Ya tiene que haber un final. Todo en esta vida tiene un principio y un final. El final casi siempre es un 'ya no puedo más', 'pierdo y ya no quiero más', 'no puedo hacerlo'... Yo quiero tener una meta. Y mi meta es ser campeón y dejarlo», asegura Kiko Martínez, de 36 años. Niega que se trate de un asunto relacionado con la edad: «No creo que sea mayor para poder seguir. Claro que podría seguir. Ya tengo la vida bastante acomodada».

Tiene un objetivo claro. Como aspirante oficial, Kiko Martínez permanece a la espera de que los promotores organicen una pelea mundialista. «Calculo que mi etapa como boxeador terminará en un año o menos de un año, cuando llegará la oportunidad», explica con la satisfacción de la solvente victoria ante Jordan Gill.

La Sensación ya cuenta con cuatro títulos mundiales: tres en peso supergallo y uno en pluma. Precisamente, el pasado mes de marzo, Kiko Martínez se vio las caras con Josh Warrington para defender la corona. El ilicitano perdió el cinturón de la IBF en un combate indignante por los cabezazos del inglés y el consentimiento arbitral.

Le pasó factura: «Después de la pelea con Warrington yo había perdido la confianza y la motivación por completo». Pensó seriamente en la retirada: «Muchísimas veces. Estaba por dejarlo. Y en el verano cambié por completo. Cambié por completo todo el equipo, lo cambié todo, porque había perdido la ilusión, la confianza en mi esquina, lo había perdido todo. En el verano opté por hacer un cambio radical y quemar mi último cartucho porque era eso o el retiro. La clave era desatascar mi cabeza para volver a ser Kiko Martínez».

Entonces el ilicitano construyó un nuevo equipo. Se rodeó ni más ni menos que de dos referentes como Gabi Sarmiento y Ricardo Sánchez Atocha: «Estuvimos durante todo el verano entrenando muy fuerte. Fue increíble. Fue una preparación durísima. La clave fue volver a coger la confianza en mí». También le ayudaron un coach, un nutricionista y una masajista. A la espera de la oportunidad para volver a conquistar el mundo, Kiko Martínez piensa en su futura vida: «El mes que viene empiezo a dar clases en un gimnasio que hemos abierto en Murcia, que se llama MCM. La idea es empezar a sacar boxeadores». Un maestro del ring.

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