Valencianos que pelearán por romper en los Juegos de Los Ángeles el techo de Atlanta 96

La lesión de Gedeón Guardiola ha sido clave en estos Juegos Olímpicos, pues el de Petrer se habría colgado su segundo bronce con la selección de balonmano. Dentro de cuatro años se vuelve a cruzar el Atlántico rumbo a Estados Unidos: no a Atlanta, pero sí a Los Ángeles. ¿Será una señal? Eso se verá entre el 14 de julio al 30 de julio de 2028, pero mimbres hay de sobra para lograrlo. Ya no estará el hispano alicantino, como tampoco Pablo Herrera (va a ser extraño unos Juegos sin el castellonense), ni Liliana Fernández.

Pero habrá otros deportistas en los que confiar para traer medallas. Más allá de la selección 3x3, que con la inercia positiva de la plata puede soñar con retener a Sandra Ygueravide y a Vega Gimeno. Más allá de Sara Sorribes, que lleva desde niña diciendo que el torneo olímpico es uno de sus favoritos. El buen trabajo que se está realizando en el centro de alto rendimiento de Benimaclet merece dar frutos e impulsar el judo valenciano: a Salva Cases y Tristani Mosahklishvili debe darles para afrontar otro ciclo olímpico y aportar sobre el tatami la experiencia que les ha situado cerca de las medallas en París, a falta de que durante el ciclo cimenten su clasificación nuevos talentos. También llegarán a Los Ángeles deportistas que han sorprendido por su temprana clasificación, como Laura Casabuena (cuyo primer gran reto será aportar para clasificar también al equipo) y Ángel Martínez, cuyo top-ten y gran final en aguas abiertas da pie a soñar.

En el atletismo la gran estrella valenciana es Quique Llopis y su 13.09 de marca personal, que de repetirla le habría dado medalla, es un argumento válido de sobra para confiar en él. El registro, su entrenador (Toni Puig) y la ambición de ambos. Fátima Diame tendrá quizás la última oportunidad de dejar su nombre para la posteridad en los Juegos y otros deportistas, como Paula Blanquer, ya aludían a Los Ángeles cuando en esta temporada se les preguntaba por olimpismo. Atentos también a otro talento emergente como es Miguel Baidal.

En triatlón, después de que Roberto Sánchez Mantecón haya hecho historia al ser el primer valenciano olímpico, hay que desear que Noelia Juan sea en Los Ángeles la primera mujer: lo peleó y el deporte fue cruel en ella, pues se quedó a las puertas de París como primera reserva. La valenciana ya ha dejado caer que tiene el foco en 2028.

El futuro de los deportes de equipo es incierto, lo que no quiere decir que sea para mal. Por ejemplo, en fútbol es impredecible. Habrá que ver si Lola Riera sigue en el hockey hierba cuatro años más, igual que Lara González con el balonmano. Las Guerreras, tras el fracaso de París, deben reconstruirse y uno de los pilares de la nueva generación será la alicantina Paula Arcos.

En baloncesto tiene pinta de que para Los Ángeles la selección femenina tendrá una estrella: Awa Fam. Proclamada MVP del Eurobasket U-20 –que ha disputado dos años de lo que le tocaba por edad– y finalista en el sub-18, la jugadora taronja está considerada como una de las mejores pivots del mundo de la hornada de 2006. La alicantina debe llegar a los Juegos de 2028 ya plenamente consagrada.

También ha de ser una figura del ciclismo Juan Ayuso, quien ya habría sido una baza en la contrarreloj de no ser por el Covid-19 que contrajo en el Tour. Porque en el deporte hay imprevistos. Negativos y positivos, por eso seguro que algún deportista que no se ha nombrado en este reportaje brilla en 2028.