HÉCTOR ESTEBAN
Jueves, 5 de noviembre 2015, 23:47
Las gradas del Circuito Ricardo Tormo de Cheste se convierten a lo largo del fin de semana en una especie de Babel. Gente que viene de toda Europa e incluso de otros continentes con el único objetivo de disfrutar del último gran premio de la temporada. Hay años en los que no se decide nada. Pero esta edición, a partir de las dos de la tarde, se encenderá la luz verde de la carrera de las carreras. En juego, un campeonato del mundo con tantos matices como sensibilidades en la grada del trazado valenciano.
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Los moteros también son hombres de costumbres. Por eso, la legión de aficionados de cada uno de los gallos que hay en MotoGP se concentran siempre en los mismos puntos del trazado. Hasta los pilotos saben dónde están los suyos, sus incondicionales que les ayudan a abrir gas.
La marea amarilla, la que idolatra a Valentino Rossi se ubica entre la curva 1 y 2 del Circuit de Cheste. En la antesala de la curva Doohan, donde se produce la frenada más fuerte de todo el trazado y en el que es uno de los puntos adelantamiento más claros.
La primera vuelta puede ser una inyección de adrenalina para el italiano, que tiene muchas ganas de quitarse en Cheste aquella espina que se le quedó clavada tras una caída que le dio al americano Nicky Hayden el título del campeón del mundo.
Rossi cayó en la curva Doohan, casi delante de sus aficionados. Aquel mal trago de 2006 es el que quiere ahora olvidar con un éxito en la carrera más esperada de los últimos tiempos.
Los fans de Marc Márquez, que lucirán el color rojo en sus gorras con el 93, se ubican en la tribuna principal del trazado. Cerca a los aficionados que respaldan a Rossi aunque con ninguna vía de unión entre ambos grupos. Las tribunas que ocupan los aficionados rivales está separadas.
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Los de Cervera, lugar de nacimiento de los Márquez, tendrán su cuartel general delante de la curva Nieto, justo en la parte azul del circuito. Un punto en el que es fundamental la salida de la curva.
La tercera zona caliente es en la que se ubicarán los seguidores de Jorge Lorenzo, el compañero de Rossi en Yamaha y que tiene posibilidades de hacerse con el título mundial. Los fans del 99 se ubicarán un poco más allá de los de Márquez dentro de la tribuna central. Justo en la zona verde.
Al margen de la pista, estos son los tres puntos de trazado de Cheste donde se vivirá la carrera con un plus de pulsaciones por encima de la taquicardia que provoca una carrera de estas características.
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La organización, tras la intensidad vivida en los últimos días en la relación entre los aficionados partidarios de Rossi y los de Márquez ha mantenido distintas reuniones en el ámbito de la Junta de Seguridad para reforzar el control en la instalación y atemperar el exceso de ánimo de alguno de los incondicionales cuyo comportamiento no entre dentro de los parámetros de la deportividad.
El futuro de Cheste
La prueba del Mundial de Cheste se puede considerar como el primer gran evento que hubo en la Generalitat. Es el más veterano. Este año cumple su decimosexta edición. Después llegaron otros más como la Fórmula 1 por el circuito urbano de Valencia, la Hípica en la Ciudad de las Artes y las Ciencias o el Open de Tenis de Valencia en el Ágora. Hoy todos se han quedado por el camino. El último en caer ha sido el Open de Tenis, que ha disputado este año su última edición y que el año que viene se disputará en Bélgica. La organización y el Gobierno valenciano no han llegado a un punto de acuerdo que permita mantener el proyecto adelante.
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Cheste fue el pionero y sobrevive a todas las adversidades. De momento hay contrato hasta junio de 2016, aunque la idea del Consell es mantenerlo dentro de la racionalidad del gasto público. La competencia es dura ya que hay cuatro carreras en territorio español. Jerez es la primera; en Catalunya ha dinero para mantener el Gran Premio y Aragón es una recién llegada que apuesta a futuro.
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