Sainz muerde en la cumbre del Dakar

Han sido dos días demoledores, pero los pilotos españoles han salido con premio de las jornadas maratón. Este jueves, la llegada al punto más alto del Dakar, ya en Bolivia, supuso todo un reto para corredores y monturas, ya que los más de 4.500 metros pusieron a prueba la capacidad de unos y otros. Los entrenamientos en los Centros de Alto Rendimiento de Madrid o Barcelona o el uso de cámaras hiperbáricas en la preparación para este Dakar fueron clave para todos los que se enfrentaron a uno de los días más duros de la competición. Ni siquiera faltó la lluvia, una invitada de honor que también ha pasado la frontera a Bolivia: la especial en coches y camiones se vio acortada en siete kilómetros por las tormentas.

En motos, el vencedor fue Toby Price, que se confirma como una de las grandes revelaciones de este Dakar. El australiano lideró a las KTM en los durísimos 327 kilómetros disputados, con Joan Barreda en quinta posición a 5:57. En coches, Carlos Sainz fue el único que le mantuvo el pulso al gran dominador de esta primera semana de competición, un Sebastien Loeb que ha sumado su tercera victoria de etapa en cinco días de competición. El madrileño rozó la épica, en una etapa en la que, especialmente en quads (cayeron los tres grandes favoritos), hubo una gran criba.

Joan Barreda sacó petróleo de esta segunda parte del maratón. Ya en terreno boliviano, sobre la ya clásica zona de Uyuni, el piloto valenciano cedió casi seis minutos con el vencedor del día, el australiano Toby Price, que ahora gana enteros para disputarle el primer puesto a Paulo Gonçalves, que sigue líder de la general pese a haberse dejado casi nueve minutos. El mal día del portugués de Honda ha apretado, y mucho, la clasificación por arriba.

Los grandes favoritos para la victoria sufrieron en la jornada de este jueves. Barreda aguantó el infernal ritmo que impuso Price hasta la llegada del cenit de este raid, situado ya en Bolivia a 4.580 metros. A partir de ese momento, el valenciano fue cediendo tiempo y al final acabó a 5:57 del australiano, que lideró una jornada brillante para KTM. No obstante, fue un buen día para Barreda, ya que sale del maratón con la cuarta plaza y a sólo 2:27 de Gonçalves. El siguiente español fue Juan Pedrero, con la Sherco en novena posición a 7:36 de Price, y cuatro posiciones por delante de Gerard Farrés, que se dejó más de diez minutos. A sólo 50 segundos de él acabó Txomin Arana, en la 15ª plaza, justo por delante de Jordi Viladoms. Laia Sanz se dejó 12:37 y finalizó el día la 17ª.

Sainz hace sudar a Loeb

No deja de ser curioso que el considerado por muchos heredero natural de Carlos Sainz en el Mundial de rallies sea ahora quien esté sufriendo el aliento del español en su cogote. Sebastien Loeb logró la victoria en Uyuni, en la que ha sido su primera maratón en el mundo de los raids. El francés, que logró su tercera etapa en esta edición, vio cómo por el retrovisor no se le despegó un Carlos Sainz que quiere la victoria sí o sí.

En los altos de Uyuni Sainz supo mantener la calma. Mientras Peterhansel y Al Attiyah emprendían una dura refriega por el tercer puesto del día, él no sólo no permitió que Loeb se distanciara mucho, sino que le disputó la victoria hasta los últimos metros. Sólo 22 segundos separaron al Matador del piloto galo, que se mantiene en la primera posición de la clasificación pero ahora con menos de ocho minutos de ventaja sobre Peterhansel, que cedió tres este jueves. Seb ya está a sólo una victoria de igualar el debut de Sainz en el Dakar.

Se mantiene el dominio de Peugeot en una primera semana en la que todas las apuestas ya habían colocado a Mini más cerca. Al Attiyah hizo un asomo de remontada, pero al final se conformó con un cuarto puesto a sólo siete segundos de Peterhansel, que pagó abrir pista. Nani Roma se dejó más de diez minutos con el ganador.

La de este viernes promete ser una etapa criba. El bucle de Uyuni esquiva este año el Salar, donde el año pasado se vivió un caos absoluto, pero eso no priva de dificultad a la especial más larga de esta edición. Excepto los camiones, que recorrerán 246 kilómetros por otro recorrido (pasarán por el pueblo natal del presidente boliviano, Evo Morales), el resto tendrán que completar 542 kilómetros de etapa cronometrada, a más de 3.500 metros de altura y con constantes cambios de superficie, entre arena y tierra dura, a lo que se unirá a buen seguro la lluvia.