![Arenas busca su sitio en el olimpo del Aspar Team](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202011/21/media/cortadas/arenas-R2FN871wBbCp3sAM8qF0c1L-1968x1216@Las%20Provincias.jpeg)
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Sobre la KTM rotulada con el '75' no corre hoy Albert Arenas. Al menos, no lo hace solo. A lomos de la moto corre el piloto, todo el equipo técnico que ayer estuvo hasta bien entrada la tarde trabajando en ella y que madrugará para terminar de ponerla a punto... y todo el motociclismo valenciano, empezando por Jorge Martínez 'Aspar'. Leyenda del deporte en la Comunitat al ganar cuatro Mundiales cuando fue piloto en activo, lideró una etapa dorada de su escudería en la era de 125. La crisis económica y el paso a los motores de cuatro tiempos le condujo a una travesía por el desierto con algún oasis en forma de podio o triunfo circunstancial. Ahora vislumbra otra edad de oro tras una temporada exitosa que puede elevar a perfecta esta mañana en Portimao.
Siempre en la categoría pequeña, a principio de este siglo, el Aspar Team logró cuatro títulos mundiales: el de Álvaro Bautista, el de Gabor Talmacsi, el de Julián Simón y el tan añorado por todo el motociclismo valenciano, de Nico Terol. En aquel 2011, con el alcoyano sucediendo a Ricardo Tormo, Jorge Martínez 'Aspar' y a Manuel 'Champi' Herreros, parecía que el futuro traía aún más éxitos. Todo lo contrario.
«Quizás para otro equipo no habría sido tan malo», señalaba Aspar esta semana en una entrevista publicada por este diario. Pero en su estructura, los podios esporádicos no sirven. «El éxito de la escudería es el de una persona extraordinaria como Jorge. Tiene una pasión tremenda por este deporte, y tanto en las malas como en las buenas situaciones ha sido capaz de saber estar», afirma Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna, organizadora del Mundial.
El ejecutivo conoce a Aspar desde hace muchos años. «Él ya lo era todo cuando yo no había llegado al mundo de las motos», comenta. Se encontraron en su etapa de director del circuito del Jarama y ya vivió el nacimiento de la escudería en 1992, cuando el valenciano entendió que sus mejores años como deportista en activo habían pasado.
Impulsó el Circuit Ricardo Tormo y trabajó en su escudería, en busca de un nuevo campeón del mundo de casa que tardaría todavía muchos años en llegar. Primero consiguió el primer Mundial de 125 casi por casualidad. «En diciembre de 2005 teníamos el equipo con tres motos y sus pilotos: Pasini, Gadea y Faubel. Hablamos con Aprilia porque Álvaro Bautista se había quedado fuera del campeonato y a última hora montamos una cuarta moto para él», relata Aspar: «Yo creo que le motivó haber estado a punto de irse a casa. Fuimos campeones en Australia». Esto es, en plena gira asiática, a falta de otros tres GP: Japón, Portugal y Valencia.
Había empezado el reinado del Aspar Team en el octavo de litro, que en 2007 se resolvió en una lucha fratricida entre Gabor Talmacsi y el valenciano Héctor Faubel. El piloto de Llíria buscó, en Cheste, el error del húngaro hasta el curvón de meta. Ganó y fue la victoria más amarga de su vida, pues el título fue para el magiar. La polémica aún sigue viva hoy, pues se pone en entredicho si se debió favorecer al piloto de casa. Y el team mánager mantiene desde hace años la misma explicación: «Lo dije bien alto y lo repito hoy, prefería que ganase Faubel, pero somos un equipo internacional. Por aquí han pasado pilotos de todo el mundo, y no puedo pararle la moto a nadie».
Talmacsi, el único húngaro que ha ganado el Mundial, tiene hoy una pequeña escuela de motociclismo en su país. En el paddock, pero ya no como piloto, sino como asesor de Maverick Viñales, está Julián Simón, el tercer campeón con el Aspar Team, en 2009.
«Fue una apuesta porque le convencimos para bajar de 250 e hizo una temporada fantástica en una categoría con pilotos fortísimos», señala Aspar. No en vano, llegó a Valencia ya campeón en una parrilla en la que estaban Bradley Smith o Pol Espargaró, segundo y cuarto de la general.
El culmen fue Nico Terol, en 2011. Fue el primer campeón del mundo valenciano en el Ricardo Tormo, con el suspense de una mala gira asiática y un fin de semana lluvioso con un asfalto que tampoco ayudaba. Se cayó Zarco, el alcoyano se desmelenó y acabó celebrando el título como segundo, en el podio. «Para mí fue muy especial por todo. Nico es muy sensible, una persona a la que vale la pena conocer», relata Aspar: «Recuerdo que se cayó en Assen y se hizo daño. No sabía si correr en Mugello. Le pregunté si quería ser campeón del mundo. Me contestó que sí y le dije: 'Entonces hay que sufrir. El dolor está en la cabeza. ¿A que no te duele?'. Ganó la carrera con el dedo destrozado».
Aquellos 25 puntos fueron vitales. Tras la victoria, el equipo editó el libro 'Aspar Team, una fábrica de sueños', con imágenes y declaraciones de Bautista, Talmacsi, Simón y Terol. Albert Arenas peleará hoy por hacerse su hueco en el olimpo de la escudería valenciana.
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui
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