El Ricardo Tormo tiene su joya de la corona asegurada, precisamente, hasta 2026. Después de años esperando la temida alternancia, esta ha quedado en nada ... para los circuitos españoles, al menos de momento. El CEO de Dorna, Carmelo Ezpeleta, lo dejó claro en una declaración, durante el pasado GP de la Comunitat, que tenía también cierto veneno: «Habrá Mundial en Cheste, de momento hasta 2026. No está en duda 2024, pero tampoco ninguno de los dos siguientes. Y siendo el final del campeonato, a partir de entonces no sé si será el último».
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Frente a la pujanza de destinos que tienen la chequera como principal (y nada desdeñable) argumento, los GP han respondido con hechos. Y Cheste, posiblemente, el que más. Los pilotos consideran la del Ricardo Tormo como una de las principales carreras, pero es que todo el mundo quiere venir a Valencia. Los equipos siempre comentan que el paddock del cierre de MotoGP es una locura. Los hospitalities de las escuderías están repletas desde el sábado –y más este año con la carrera al sprint– y la futura reforma del circuito está encaminada a contar con más palcos, agotados con semanas de antelación. Eso sin contar al público en general, que compra masivamente entradas con un año de antelación.
Después de una década donde los llenazos han sido prácticamente el denominador común, la Generalitat –antes y después del vuelco político– tiene claro que quiere motos y como broche del campeonato. El Ejecutivo presidido por Carlos Mazón se prepara para que así sea más allá de 2026. Así lo deslizó el presidente autonómico, también en el GP de la Comunitat. Pero una cosa es decirlo y otra plasmarlo negro sobre blanco en un contrato que durará cinco años.
De momento hay tranquilidad en el entorno del Ricardo Tormo, pero lo cierto es que el GP de Fórmula 1 en Madrid cambia el escenario del deporte del motor en España. Cataluña va a pelear por retener el Gran Circo porque está realizando una importante inversión en Montmeló para apuntalar el evento. Sin embargo, hay dos aspectos evidentes: uno, que con una carrera en Madrid se complica la continuidad de Barcelona; y el otro, que si perdiera la F-1, las motos pasarían a ser su evento más importante. Y por todo el entorno –y como se ha visto con la Copa América–, la ciudad condal y su área metropolitana están en condiciones de ofrecer prestaciones similares a Valencia.
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Pero los responsables políticos de la Comunitat ya estaban diseñando la estrategia para retener la joya de la corona de una de sus instalaciones deportivas emblemáticas, y más ahora que en Cataluña podrían revolverse en el caso de que la puesta en escena de Madrid les haga perder definitivamente la Fórmula 1. La Generalitat Valenciana tiene interés en llegar a un acuerdo y, ahora más que nunca, lo antes posible. Pero claro está, Dorna tiene la sartén por el mango y marca los plazos: lo normal es que los circuitos que acaban contrato en 2026 no empiecen a negociar con la empresa que organiza el Mundial de MotoGP hasta el próximo invierno.
Por el momento, de hecho, no se han producido contactos en firme con Carmelo Ezpeleta. Valencia va lanzando sus guiños, eso sí. Uno de ellos fue el del cambio de asfalto, sin apurar tanto como en la anterior sustitución. Con el firme nuevo y en su 25 aniversario, Cheste tiene también sus argumentos. Otro más, el llenazo del GP de la Comunitat del pasado noviembre, cuando todo salió perfecto.
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Frente a Valencia, Barcelona tiene el hándicap de ser el tercero entre la mayor parte de los aficionados españoles. Jerez y Cheste están muy por delante en preferencia. Hubo un tiempo en el que el trazado andaluz estaba claramente por delante, pero hoy en día el Ricardo Tormo no anda lejos. Y además, aquí se han resuelto campeonatos en un escenario que ofrece plena visibilidad desde cualquier punto de la instalación.
La intención de los responsables del circuito valenciano, que dirige Nico Collado, es mejorarlo aún más en los próximos años. Junto al cambio de asfalto, la Diputación ha movido ficha para que el acceso principal fuese acorde a la calidad del circuito y a su evento estrella, MotoGP. Había una previsión para dotar al Ricardo Tormo de más palcos, una nueva grada y un edificio para impulsar un hotel, un restaurante temático y una tienda con museo que está por decidir si se realizará o se reformulará para atender otras necesidades.
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