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El Gran Premio de la Comunitat de 2018 se bautizó como el GP del agua. Las lluvias torrenciales que arreciaron durante buena parte de la semana generaron importantes problemas en los accesos al Circuit. Estos inconvenientes vinieron causados por el torrente que bajaba de dos barrancos que envuelven al Ricardo Tormo, el de Sechara y el del Poyo. «El año que viene habrá una solución para que no se repitan estas situaciones», prometió entonces Ximo Puig, presidente de la Generalitat. Dos años después, no se han llevado actuaciones y han regresado las precipitaciones que, de nuevo, han generado molestias. El hecho de que el GP de Europa sea a puerta cerrada las ha minimizado.
Las lluvias del jueves provocaron que el barranco de Sechara se desbordase, pero esta vez no fue en el pequeño vado que hay a la altura del curvón de meta. Esta rambla discurre casi en paralelo a la recta principal del circuito, más allá de los aparcamientos del paddock. El agua se salió del encauzamiento a la altura de la puerta principal.
Las razones no tienen una explicación oficial, pero en la zona se realizaron precisamente hace dos años las obras de urbanización de un polígono. Este generó 4.000 plazas de aparcamiento que ya supusieron un alivio en 2019, pero la mayor presencia de asfalto también permite correr más el agua hacia zonas más bajas. El barranco del Poyo discurre hacia el término de Riba-roja y, más allá del circuito, se una a la rambla del Poyo.
Esta también genera un foco donde las molestias las sufrieron sobre todo aquellos aficionados que llegaron al Circuit a través del apeadero de Cercanías. En 2018, su desbordamiento a la altura del Ricardo Tormo generó problemas a unas 8.000 personas. En un gran premio sin público, las precipitaciones del jueves fueron intrascendentes en este lugar. Pero el punto inundable, como el de Sechara, sigue ahí.
Semanas después de aquel GP de la Comunitat de hace dos años se siguió hablando de instalar sendos puentes que permitieran cruzar los barrancos sin riesgo en caso de fuertes precipitaciones. Pasó la cita de 2019 y la obra seguía sin concretarse. Y va a transcurrir el doblete de 2020 sin que la Generalitat haya puesto en marcha la actuación, ni siquiera con un proyecto adjudicado.
Bien es cierto que antes de estallar la pandemia se iba a programar una reunión de trabajo que no se celebró. Y también parece poco probable que se vaya a abordar en plena crisis sanitaria como la actual. En todo caso, esta semana ha quedado claro que la actuación más urgente es la de Sechara, ya que si se desborda anega el acceso principal, con gran actividad en los días de un gran premio convencional.
Respecto al vado del barranco del Poyo, si los servicios de emergencias emiten alerta con tiempo –como suele llevarse a cabo–, la organización puede contratar autobuses lanzadera, como hizo en 2018. Como este gasto sólo es necesario en el caso de un gran premio con lluvias torrenciales, parece una solución más razonable que construir un puente: al tratarse de una rambla más ancha, la estructura sería más grande y costosa que la de Sechara.
Carretera desde la A-3
Otro punto a mejorar por parte de la Generalitat –en este caso nada tiene que ver con las inundaciones– es la carretera que da acceso al circuito desde la A-3. El firme se encuentra en mal estado y, de hecho se han colocado unas señalizaciones que avisa de ello, limitando la velocidad a 30 kilómetros por hora.
Deseable es sin duda que este pavimento soporte dentro de un año mucho más tráfico del que está aguantando a lo largo de esta semana. Porque en 2021 habrá de nuevo GP de la Comunitat y el Ricardo Tormo volverá a disfrutar de la condición de cierre del Mundial de motociclismo. Al menos si puede cumplirse el calendario tal y como lo ha confeccionado la Federación Internacional de Motociclismo (FIM). Este organismo hizo público ayer el primer borrador con 19 carreras y una por determinar.
La FIM dejó claro que la presencia de público estará condicionada, en cada una de las citas, por la evolución de la pandemia. La intención es que las de Cheste salgan a la venta en las próximas semanas, aunque de momento la fecha sigue en el aire. Lo que sí está claro es que la carrera será el 14 de noviembre.
El Mundial de 2021, según lo han confeccionado la FIM y Dorna, arrancará el 28 de marzo en Catar, donde este año a causa de la pandemia ya no corrieron los pilotos de MotoGP. Se vuelve a una temporada con citas en América y Asia: de hecho, la gira oriental se desarrollaría en octubre y sería el preludio del GP de la Comunitat. Como aspectos llamativos, desaparece el Gran Premio de la República Checa –en su lugar hay otro 'por determinar'– y se fija el de Finlandia a falta de homologar el circuito.
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