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Lewis Hamilton (d) y George Russell, en Baréin. AFP
Mercedes y Alpine dan miedo por motivos radicalmente distintos
Pretemporada

Mercedes y Alpine dan miedo por motivos radicalmente distintos

Hamilton sorprendió con un W13 con unos pontones en su mínima expresión, y ya hay voces que apuntan a que es ilegal, y Alonso apenas rueda por la tarde por una avería

david sánchez de castro

Madrid

Jueves, 10 de marzo 2022, 17:55

Más allá de quién fuera el más rápido o el que más vueltas dio en el primer día de ensayos en Baréin, todos los titulares de la jornada se los llevó Mercedes. Lewis Hamilton salió a pista al volante de un W13 que dejó a todos con la boca abierta por su arriesgado y audaz diseño de los pontones. Se veía venir desde hacía días. El rumor de que con esta nueva normativa se podía hacer un coche sin prácticamente tomas de aire laterales parecía técnicamente posible. Ya se había avanzado alguna idea en el Williams, con unos pontones horizontales muy estrechos y llevando al máximo la idea que adelantó Ferrari, pero nadie se había atrevido a mostrar una evolución totalmente audaz de esta idea: pontones llevados a la mínima expresión, con tomas de aire muy escasas y totalmente abajo.

Enseguida empezó a rumorearse en el paddock que se iba a denunciar de manera inmediata. De forma no oficial, Christian Horner, jefe de Red Bull, admitió que tenían serias dudas de que ese coche se ajustase al espíritu de la norma y que estaban dispuestos a reclamar. En cuanto empezó a circular ese 'off the récord', desde el equipo lo desmintieron… a su manera: no negaron la reclamación, sino que Horner hubiera hablado. Está claro que la idea de Mercedes levanta cuando menos mucha sorpresa, por lo que no sería de extrañar que la FIA recibiese un aluvión de quejas.

Por lo visto en el primer día en Baréin ese concepto aún debe ser desarrollado. El temido 'porpoising', ese cabeceo incesante que ha sido protagonista desde que estos coches se pusieron en pista, fue constante en el W13, incluida alguna salida de pista. No todas las soluciones técnicas dan su resultado y aunque el concepto es ingenioso, está claro que aún debe someterse a más pruebas.

Alpine, de mal en peor

Mientras la labor de los equipos era dar vueltas para evolucionar en mayor o menor medida lo visto en Barcelona, hubo dos equipos que, por diferentes motivos, rodaron mucho menos. Uno fue Haas, el perro flaco al que todo le son pulgas. A la crisis generada por la salida de Uralkali y Nikita Mazepin para que vuelva Kevin Magnussen, se unió el retraso de las piezas en Baréin que obligaron a que Pietro Fittipaldi se quedara en boxes toda la mañana. Por la tarde, en cambio, sí pudieron rodar.

El otro equipo que defraudó fue Alpine. Ya por la mañana dejaron un pequeño susto en forma de avería mecánica que hizo que Esteban Ocon se perdiera casi una hora, pero después de solventarlo con relativa facilidad, el galo pudo completar 42 vueltas. No fue el que más rodó de la mañana, pero tampoco fue el que menos; no fue el más rápido, pero tampoco el más lento. Se quedó en una zona gris que, sobre el papel, parece que será su lugar en esta temporada.

Mucho peor le fueron las cosas a Fernando Alonso. El asturiano solo dio 24 vueltas por la tarde, en varias tandas cortas, y sin llegar a apretar mucho. No podía: los sensores detectaban un sobrecalentamiento que ya había estado detrás de la avería matutina. En Alpine prefirieron sacrificar la tarde, desmontaron el coche prácticamente del todo y se pusieron manos a la obra en un lado de la unidad de potencia. Los problemas de refrigeración eran notables y no podían arriesgarse a una rotura en plenos test. Con cara de circunstancia, Alonso solo podía mirar resignado cómo sus mecánicos arreglaban el sistema y cambiaban, de paso, todos los reglajes pensando ya más en las jornadas del viernes y el sábado. Pudo salir a poco más de media hora del final e incluso a verse en pista contra Lance Stroll, pero ni mucho menos de manera competitiva. Toca trabajar mucho.

En cuanto a Carlos Sainz, Ferrari tuvo una solvente jornada de nuevo. La apuesta conservadora y más segura para esta campaña parece la Scuderia, dado que el madrileño fue segundo con un total de 52 giros y Charles Leclerc con 64, además de ser el más rápido de la sesión matutina. La jornada acabó con susto, precisamente, del que más rodó: Sergio Pérez provocó una bandera roja a diez minutos del final cuando trompeó y se quedó atrapado en la grava. Un problema menor, visto lo que ocurrió en otros equipos.

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