DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO
MADRID
Viernes, 25 de febrero 2022, 19:14
La fiabilidad había sido, hasta este viernes, el gran argumento de Alpine para seguir creyendo en 'El Plan'. El famoso (y vacío) concepto que ha elevado la moral a las tropas alonsistas ante el inicio de la temporada 2022 iba sobre el guion previsto hasta la última jornada de ensayos en el Circuit de Barcelona-Catalunya.
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Después de superar las 250 vueltas en los dos primeros días, este viernes iban a repartirse la jornada sus dos pilotos. Fernando Alonso salió por la mañana y parecía que iba a ser un buen día, ya que incluso empezó marcando buenos tiempos frente a sus rivales. Mediada la sesión matutina, la burbuja de la ilusión se rompió a la vez que el motor del A522. Fue en la entrada a la zona del estadio donde el humo blanco (señal inequívoca de una fuga de aceite) empezó a salir del monoplaza azul y rosa. Alonso detuvo unos metros más adelante el coche y mientras los comisarios corrían extintor en mano, él se quitaba los guantes para ir a conversar con un fotógrafo que estaba justo al lado.
La avería, que forzó a la primera bandera roja del día (luego hubo varias más) fue más seria de lo previsto. Después de que los mecánicos investigasen a fondo el coche, detectaron que el sistema hidráulico tenía una fuga que obligaba a desmontar por completo el monoplaza. El contratiempo fue mayor cuando descubrieron que la rotura era lo suficientemente seria como para que se viera comprometida la participación de Esteban Ocon en la sesión vespertina, por lo que minutos antes del parón para comer, anunciaron que no iban a volver a salir.
«Después de las investigaciones en el garaje tras la parada en la pista de Fernando Alonso esta mañana, el equipo puede confirmar que el problema fue una avería con el sistema hidráulico. Un problema menor de sellado provocó un incendio en la parte trasera del automóvil», explicaron. El equipo francés se despide así de esta primera parte de la pretemporada, con 266 vueltas dadas en total, y un perfil relativamente bajo: ni han sido los más rápidos, ni los que más vueltas han dado. Además, de los equipos de la zona alta de la tabla, han sido los primeros en verse obligados a abandonar.
Ni mucho menos fueron los únicos con problemas. Solo en la mañana hubo cinco banderas rojas, contando con la provocada por Alonso e incluida un accidente de Pierre Gasly contra las barreras de la curva 5. Por la tarde, cuando Sebastian Vettel también tuvo una avería similar a la de Alonso y acabó extintor en mano, se rodó con la pista húmeda (aunque no bajo lluvia, porque se mojó artificialmente), una oportunidad perfecta para que los pilotos probaran por primera vez con los Pirelli intermedios y de lluvia bajo la nueva medida de 18 pulgadas. Esto implicó que el más rápido del día fuera George Russell, con el Mercedes W13, gracias al crono que hizo antes del parón a mediodía.
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Sin ser determinante, lo cierto es que Mercedes puso en sobreaviso a sus rivales en esta última jornada en Barcelona. Lewis Hamilton dio la friolera de 94 vueltas y acabó con el mejor crono del día.
Después de la reunión que se celebró el jueves por la noche en uno de los motorhome del Circuit de Barcelona-Catalunya, la FIA y la Fórmula 1 tomaron una decisión que se une a la de tantas otras entidades deportivas (no todas) que no quieren pisar la tierra de Vladímir Putin.
El Gran Premio de Rusia ha quedado cancelado, a día de hoy. La FIA emitió un comunicado en el que eligieron muy bien las palabras para evitar que les acusaran de romper unilateralmente el contrato que tenían suscrito con el circuito de Sochi. El motivo es evidente: ni los pilotos, ni los propios responsables de los equipos se sentían cómodos viajando a un país agresor. «La FIA visita ciudades alrededor de todo el mundo con una visión positiva de unir a la gente, juntando todas las naciones. Estamos viendo el desarrollo de la situación en Ucrania con tristeza y en shock, y con la esperanza de una rápida y pacífica resolución de la situación actual. El jueves por la noche, la F1, la FIA y los equipos discutimos sobre la postura de nuestro deporte, y la conclusión es que es imposible llevar a cabo un GP en Rusia en las circunstancias actuales», señalaron en el comunicado.
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La crisis en Ucrania también ha afectado al equipo Haas, cuyo futuro puede estar en serio peligro. Este viernes rodaron sin las pegatinas de su principal patrocinador, Uralkali, la empresa rusa de Dmitry Mazepin. Según explicó Guenther Steiner, el jefe de la escudería estadounidense (que hasta ahora se sostiene con el dinero ruso, irónicamente), fue una decisión para enviar un mensaje público sobre su postura. Tanto es así que están estudiando la manera de romper el contrato que, por el camino, puede llevarse por delante a un Nikita Mazepin cuya presencia en la F1 solo se sostiene por la aportación económica de su padre.
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