Marta García acelera frente a la ansiedad

«Si hay una palabra que defina lo que he experimentado, esa es resiliencia. En ningún momento he querido darme por vencida. Aunque me sucedan 20.000 cosas, aunque se me hayan pasado muchas otras por la cabeza y siga ocurriendo», señala Marta García: «En la carrera de Austin tuve ansiedad y no me vi capaz de correr, pero es que yo soy impulsiva, mi cuerpo responde rápido a las emociones».

Y la Marta García de julio de 2023, la que dentro de unos días irá a Paul Ricart para tratar de dejar encarrilado el título de la F1 Academy, es la misma que la de octubre de hace dos años. Sirva como ejemplo el fin de semana de Zandvoort. «Tenía un cólico renal, fiebre… me encontraba mal, tanto que no viajé el miércoles, como es habitual, sino el jueves», recuerda. «Yo es que además soy un poco hipocondríaca, y si no me encuentro bien quiero entender lo que me pasa. Pero esta vez pensé: 'Bueno, no hay más, tenemos que hacerlo'», relata. Sacó adelante un fin de semana en el que incluso pisó el podio.

¿Qué ha cambiado, entonces, en la Marta de 2021 hasta la Marta de 2023? Pues muchas experiencias y, sobre todo, arrimarse a la gente adecuada que le han enseñado a domar su mente… y el significado de la palabra mágica: resiliencia. «He tenido ataques de pánico, pero ahora he aprendido a controlarlo y tengo personas a mi alrededor que me ayudan», asegura.

Ha sido un proceso que ha durado algo más de un año y que inició desde aquella madrugada en la que decidió no subirse al coche en la parrilla de Austin. Marta García asumió que su decisión implicaba pasar otra vez la criba de los test para volver a formar parte de las W Series. Invirtió las primeras carreras en entender el coche y se puso en manos de la psicóloga Amparo Calandín, en Valencia. «Más que en la ansiedad, me centré en conducir. Mejoré», recuerda. Tanto, que en la primera carrera de 2022 se subió al podio. «Aquella temporada me la tomé con el objetivo de volver a disfrutar en el coche, y en volver a coger confianza. Al final lo logré, e incluso conseguimos resultados. Hice la pole con lluvia en Singapur y acabé en el podio en esa última carrera», señala.

Con la estabilidad de todo lo trabajado en 2022, Marta García venía con carrerilla para afrontar el nuevo proyecto de una parrilla exclusivamente femenina. «Hay gente con poder y está bajo el paraguas de la Fórmula 1, es un campeonato interesante que puede dar oportunidades de cara al futuro», admite la valenciana, que en principio tenía dudas de si podía correrlo: «Pensaba que estaba dirigido a pilotos más jóvenes que yo (está a punto de cumplir 23 años), pero al ver que entraban chicas de 25 ya confié en que yo también estaría».

Y así fue, con uno de los volantes del Prema Racing. «Lo elegí porque creía que era el mejor equipo y que ellos también estaban preparando una temporada para ganar. A día de hoy pienso que se ha demostrado que elegí bien», desliza la valenciana. A falta de dos fines de semana (con tres carreras cada uno), Marta García es líder con 190 puntos, 46 más que Hamda Al Qubaisi, para quien Monza del viernes al domingo pasado fue sinónimo de ruina: allí cosechó 4 puntos, mientras Marta García sumó 35, victoria incluida en la primera manga.

Pero ella no se confía. «Ahora tenemos que ir a Paul Ricart (29 y 30 de julio) a rematarlo o a irnos con una ventaja casi decisiva al parón de verano. Y luego rematarlo en Austin (20 a 22 de octubre)», analiza. Bueno, eso también. Pero sobre todo, con esa salud mental que, como ella ha experimentado, es tan importante en el deporte de élite, igual que para la vida de cualquier persona. Además de con Amparo Calandín, ella trabaja con Xavier Lloveras, dueño de la empresa 3 2 1 Perform y que es coach de pilotos, entre ellos de Esteban Ocon, el que fuera compañero de Fernando Alonso y que aún sigue en el Alpine.

«Su trabajo ha sido imprescindible en algunos de esos malos momentos que llegan, pero ahora tengo herramientas y ayuda», señala. Porque Marta García ha viajado a Francia, a la sede de 3 2 1 Perform, donde hay máquinas de entrenamiento físico… pero también mental: rendir bajo presión, respuesta ante los estímulos. «Pero también nos acompaña en las carreras, nos asesora, calentamos antes de salir a competir…», indica la valenciana. Es consciente de que la salud mental es algo que ya no debe descuidar más. Es más, es una faceta que jamás debería descuidarse. Pero ahora está más centrada que nunca en tener una prolongada carrera como deportista de élite en el automovilismo. «Jamás se me pasó por la cabeza dejarlo. Eso nunca, habría sido renunciar a tanto trabajo y tanto esfuerzo que llevamos haciendo toda la familia desde que era una niña», concluye.