«¡Sí se puede, sí se puede!». La hora de la sobremesa fue un clamor en Cheste. El momento en el que la afición española ascendió a los altares definitivamente a un nuevo héroe: Jorge Martín. Deportista agresivo, rápido, de esos a los que les ... cuesta especular, el madrileño se desenvuelve como pez en el agua en los momentos del todo o nada. Y el piloto del Pramac nadó o surfeó dos tsunamis: el de la carrera al sprint y el de un sábado de Gran Premio de la Comunitat que fue una auténtica locura.
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Más de 80.000 personas –quizás 85.000, este domingo se conocerán los datos oficiales– llenaron el circuito como viene siendo habitual en el día de carreras del Gran Premio de la Comunitat. La verdad es que este sábado lo tenía todo: para empezar, todas las localidades vendidas, pero acompañó la meteorología y la posibilidad de que por primera vez en la historia el título de MotoGP se decidiera en la acertada novedad de la carrera al sprint. Este formato, a la mitad de vueltas, también reparte el 50% que la prueba larga.
Y esto ha convertido los sábados en un caladero donde Jorge Martín suele pescar. El madrileño, pese a estar en un equipo satélite, cuenta con armas de sobra para incomodar a toda una estructura oficial como Ducati: él lleva la misma moto –que es la dominante–, tiene un jefe en el box (Gino Borsoi) al que conoce y con el que tiene plena sintonía, y arrojo. Eso, en realidad, a veces hasta le sobra.
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Sólo un deportista como Jorge Martín podía irse a dormir este sábado con la sensación de estar plenamente en la batalla por el título después de una mañana aciaga. Se le nubló el futuro en la Q2, donde Bagnaia intimidó. El líder del Mundial, después de meterse en un lío el viernes, lo resolvió pasando la repesca de la Q1 con solvencia y en la pelea por la pole se aseguró enseguida la primera fila. Sólo claudicó ante Maverick Viñales, el primero en la historia en bajar de 1.29 en Cheste y que se ha asegurado la pole. La de ayer y la de este domingo. Pecco, de igual manera, obtuvo el premio de salir por delante de su rival por el título en los dos asaltos.
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Por eso, el sprint era un todo o nada. Especular podía equivaler a que Bagnaia sacara unos metros que le otorgasen los cuatro puntos de diferencia que necesitaba para asegurarse el título. Pero el madrileño fue un depredador, sin dudar a la hora de entrar en el cuerpo a cuerpo con quien se le pusiera por delante. Se llevó con toda justicia una victoria que le permite mantener vivo el Mundial de MotoGP hasta el final. El español ganó después de resistir a los ataques de Marc Márquez y lanzarse a por Binder y Viñales, que había conseguido el récord del circuito por la mañana con ese vueltón por debajo de 1.29.
Ahora el madrileño está a 14 puntos de un Bagnaia que acabó quinto, llegando a meta por delante de un Di Giannantonio que daba la sensación de no atacarle, pero tener algo más que su compatriota en cada curva. Mientras tanto, Martín distanció a Márquez y adelantó a Viñales en la curva 1, la de Aspar. Dos después dio cuenta de Binder. El sudafricano, rival duro, no dejó de presionarle en las siete vueltas que restaban, pero mantuvo el puesto de privilegio.
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Eufórico, se fue al box pletórico. Mientras tanto, desde la tribuna se escuchaba el grito de guerra '¡sí se puede!' y '¡Martinator!'. El piloto y la grada sellaron un pacto para, este domingo, remar juntos. Creen en la remontada, en que Bagnaia puede ser sexto, y que Martín repita su gesta. Cheste volverá a reventar porque el GP tiene muchos alicientes más que esta batalla ya sin cuartel. «Ahora él tiene la misma presión», deslizó Pecco. «Eso sería si estuviéramos empatados a puntos», replicó Martín.
Sabe jugar sus cartas, como Marc Márquez, que se despide de Repsol Honda. «Puedes hacer todos los regalos, todos los cascos, todas las botas que quieras, pero el mejor regalo es el que haces en la pista», declaró ayer el de Cervera después de acabar tercero en la carrera al sprint al pasar a Viñales a última hora.
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El cierre de esta era es otro de los alicientes para ir esta mañana a Cheste... si se tiene una entrada. Si no, ya toca comprar las de 2024, de cara al Mundial que volverá a ser el más largo de la historia al programar 22 carreras. Dentro de un año al GP de la Comunitat seguro que vuelven a sobrarle alicientes.
Como el hecho de que pueda cerrarse un triplete de campeones formados en la Cuna de Campeones: Masià, Acosta y... ¿'Martinator'? La solución se sabrá en la sobremesa de hoy, desde las 15:00 para no coincidir con una Fórmula 1 que desde luego no puede competir en emoción con MotoGP. Y después de una mañana en la que el público valenciano se rendirá a su nuevo campeón, Jaume Masià.
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