Nico Terol celebra su título de campeón dle mundo de 125 en el podio de Cheste. JAVIER SORIANO / AFP

Una década desde el día en que Terol hizo realidad el sueño de Ricardo Tormo

El alcoyano se convirtió en 2011 en el cuarto valenciano en ganar un Mundial y el primero en lograrlo en Cheste

Sábado, 6 de noviembre 2021, 13:50

Esta semana se ha estrenado el documental 'Donde nacen los pilotos', un fantástico trabajo audiovisual sobre la Cuna de Campeones, ideada en paralelo a las reivindicaciones de que la Comunitat tuviese un circuito de velocidad. Dividido en capítulos, en el primero se relata cómo el ... mundo de las dos ruedas se lanzó a las calles de Valencia para exigir a los políticos que dieran el empujón definitivo a la instalación de Cheste. También sale el mito, el hombre que da nombre al trazado, el añorado Ricardo Tormo, hablando de ese proyecto que hoy dirige Julián Miralles y sobre la necesidad de formar pilotos de la 'terreta'.

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También estuvo muy implicado tanto en las reivindicaciones como en la creación de la Cuna Jorge Martínez 'Aspar'. Por eso, este sábado 6 de noviembre es un día muy especial para él, para Miralles, para los familiares de Tormo y para cualquiera que ame el motociclismo en la Comunitat. Y claro está, para Nico Terol, que hace ahora diez años tocó el cielo y convirtió en realidad el sueño de varias generaciones. Sí, el motociclismo de la Comunitat ya había tenido varios campeones del mundo (Tormo, Aspar y Champi Herreros), pero la perfección residía entonces en que alguien lo consiguiera en casa, y habiéndose formado en la Cuna de Campeones. Cheste y el proyecto de formación de pilotos llevaban en marcha ya once años y Terol encarnó el éxito de tantas reivindicaciones y trabajo.

El alcoyano, además, consiguió su éxito a bordo de una de las motos del equipo de Aspar. Reinó en 125, categoría que en ese 2011 echaba el cierre para dar paso a la actual Moto3. Terol habia perseguido el título el año anterior, batiéndose con un tal Marc Márquez que ya dio muestras de lo que iba a conseguir en el motociclismo, especialmente en aquella carrera de Estoril en la que quedó relegado a la última posición y aún así acabó ganando. Quizás ese día terminó de demostrar que el éxito para el motociclismo valenciano debería esperar un año.

Y no fue en 2010, sino en 2011 cuando Nico Terol completó una temporada casi perfecta. Estuvo a punto de ser incluso demasiado, ya que fue campeón del mundo durante 18 vueltas en Malasia. Finalmente tuvo un percance, se mantuvo casi milagrosamente encima de la moto y acabó quinto por detrás de Zarco. Tras la carrera fue al hospital del circuito por una subida de tensión pero al final acabó la gira asiática con 20 puntos de renta sobre el francés. Aquel día también se recordará por la trágica muerte de Marco Simoncelli en la carrera de MotoGP.

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En Cheste a Terol le valía con ser undécimo, y contando siempre con que Zarco ganase. «Vamos a sufrir hasta el final», advertía Aspar. Dicho y hecho. Salió un fin de semana lluvioso con un asfalto de Cheste que ya pedía la jubilación, pues era el que se instaló en 1999 cuando se inauguró el circuito. El alcoyano se clasificó en tercera fila, mientras Zarco partía tercero, en primera fila. Pole fue un sorprendente Danny Webb, que montó neumático de seco al final de la clasificación.

En la carrera del domingo chispeó y hacía frío. Un avispero para los pilotos, que sabían que el asfalto parecía tener una capa de jabón o de aceite. Terol salió con la calculadora y se puso noveno, lejos de los líos. Sabía que Webb y Rossi arriesgarían, que a Zarco no le quedaba otra y que Héctor Faubel también necesitaba reivindicarse en casa. En el garaje del Aspar Team (este periódico vivió la carrera en el box del que sería campeón) se cortaba la tensión. La verdad, duró dos vueltas y media, hasta que Zarco, que necesitaba arriesgar, se fue al suelo... ¡y en la curva de Champi Herreros!

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Al final, el día no pudo quedar más redondo. El último valenciano hasta la fecha (de 50cc en 1989) coronaba en cierto modo a su sucesor. «¡Verás cómo corre ahora 'Marisol'!», exclamaba un técnico tras la caída de Zarco. Ese era el nombre con el que Terol había bautizado a su moto: siempre tuvo esa costumbre en el inicio de cada temporada de su carrera deportiva. También contaba con un ratoncillo de peluche como mascota que siempre estaba por el box. Como dijo el técnico, ya sin presión, el alcoyano abrió gas y quedó segundo, por detrás de Maverick Viñales y delante de Héctor Faubel.

«¡Es una alegría enorme, he pasado a la historia!», exclamó Terol, que confesó que había tomado pastillas para poder dormir el sábado por la noche y que en las horas previas se había inspirado en la película 'Braveheart'. La jornada mutó en una fiesta desbordada tanto en el circuito como en la gala de final de Mundial y, claro está, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada. Aspar, Miralles, Champi y miles de personas sintieron aquel día que ese era el mejor tributo a Ricardo Tormo. Desde ese 6 de noviembre de 2011, Nico Terol espera sucesor y, de hecho, ahora ya retrado se dedica a guiar a los cachorros que Aspar tiene en su estructura: ya han llegado al Mundial jóvenes como Izan Guevara y en 2023 lo harán Iván Ortolà y Daniel Holgado.

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Una década después de tocar el cielo, el motociclismo valenciano ya quiere una nueva mañana de gloria como aquella. De momento, la Cuna sigue a pleno rendimiento y, de hecho, en 2020, en plena pandemia y lamentablemente a puerta cerrada, tuvo en Joan Mir al primer campeón de la categoría reina (MotoGP) que pasó por el proyecto formativo creado al abrigo de Cheste. La excelencia llegará cuando el que lo consiga sea un piloto de la Terreta. ¿Se logrará? Mimbres y trabajo no faltan.

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