KTM ha apostado por su hijo pródigo. Jaume Masià tuvo un inicio idílico de un 2019 que acabó en pesadilla. Tras el cero de Catar, la pequeña gira al otro lado del Atlético fue idílica para el de Algemesí: en Argentina logró su primera victoria en el Mundial y en el circuito de Las Américas fue segundo. Llegaba a la primera carrera en Europa líder, empatado a puntos (45) con otro valenciano, Arón Canet. Aquel campeonato acabó frustrando a ambos y coronando a Lorenzo Dalla Porta. Hoy el de Corbera está en Moto2 y Masià, de vuelta a la firma austriaca, que abandonó en 2020 para correr con Honda.
Publicidad
Masià cambió de moto tras un año en el que le pasó de todo, hasta que a su escudería la dejase tirado el patrocinador principal. La aventura en Leopard Racing ilusionaba porque iba a heredar la moto del campeón. Pero sufrió para adaptarse y, cuando empezó a aprovechar su sorprendente potencia (ganó las dos carreras en Aragón del convulso 2020), ya debía correr al límite. La doble cita en Cheste que se presentaba como una opción ilusionante se tornó en pesadilla... y el valenciano llegó a Portimao sin opciones de título, pero sabedor ya de que su futuro pasaba por un regreso a KTM, que le puso sobre la mesa un plan a varios años.
Esto fue lo que convenció a Jaume Masià y a su entorno del lugar adecuado donde afrontar un 2021 decisivo para el piloto de 20 años. El valenciano ha recalado en el equipo de Aki Ajo, con estructura en Moto2, donde debería llegar en 2022. Quizás a dos años vista, el de Algemesí podría estar pensando en dar el salto definitivo a MotoGP.
Claro está, para ello Masià debe reconstruirse y lograr una regularidad que le ha faltado en años anteriores. «Quiero centrarme en estar en el top-5 y no meterme en peleas absurdas por orgullo», declaró el pasado domingo tras ganar en Losail. Ya sobre la pista se vio a un Jaume Masià más reflexivo y maduro.
Y esto va a ser un valor añadido en una temporada, en principio a 19 carreras (pueden elevarse hasta 21), pero que se plantea igualada como la de 2020. Aquella fue muy corta y sin margen de error, pero en esta hay una parrilla sumamente competitiva. Nadie duda de que estarán los Antonelli y García Dols, como ya demostraron en Losail, además de pilotos que fallaron, como Foggia o McPhee. Estos ya han sumado un 0, un mal resultado que seguro que le llegará a Masià: entonces deberá demostrar que ha alcanzado esa madurez.
Publicidad
La que no tienen pilotos pujantes como su compañero, Pedro Acosta, o la perla del Aspar Team, Izan Guevara. Moto3 se plantea un año más como la jungla y será imprescindible tanto asentarse en el grupo delantero como mostrarse frío en plena carrera. Masià lo fue en el primer asalto.
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.