Jorge Navarro aún se recupera de la escalofriante caída sufrida este domingo en el circuito de Phillip Island. Ya no por el momento de perder la adherencia sino, una vez descabalgado de su montura, cuando fue atropellado de forma fortuita por Simone Corsi. Fruto de selance, el piloto vlaenciano sufrió una fractura de fémur de la que ha sido intervenido en Australia. Lógicamente (y como ha confirmado desde la distancia durante la presentación del cartel oficial del GP de la Comunitat) da por finalizada la temporada. Pero además de la lesión, aún recobra el aliento tras vivir lo que él mismo ha calificado como «el peor momento» de su existencia.
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Las imágenes de las motos pasando a escasos metros del piloto, ya sin el casco y gritando de dolor, están dando la vuelta al mundo. Desde este domingo, aficionados de todo el planeta se han mostrado indignados por el hecho de que dirección de carrera no sacase la bandera roja y parase la carrera de Moto2. También el propio piloto y su entorno están algo contrariados, aunque están satisfechos de lo importante: que Navarro esté en un hospital y que este domingo pueda volar de regreso a casa después de que fuese intervenido con éxito a las pocas horas del accidente.
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«Estoy mejorando cada día y quería explicar como me sentí después de la caída. Sin lugar a dudas ha sido el momento más complicado de mi existencia. He sentido miedo, he temido por mi vida», señala, contundente, el de La Pobla de Vallbona en un vídeo que ha hecho público en sus redes sociales. En esa declaración también explica cómo experimentó una sensación que, desde fuera, era ya escalofriante: «Estar en medio de la pista, con la pierna partida en dos trozos y ver las motos pasar es una experiencia que no le deseo a nadie. Agradezco a Simone Corsi (el piloto que iba justo detrás de él y lo atropelló de manera fortuita) por haber estado a mi lado. Son unos momentos durísimos y él me acompañó mientras le dejaron».
Hay imágenes en las que se ve al piloto gritando de dolor y motos pasando a escasos metros de él, trazando la curva. Minutos después, los doctores le atendieron, sin que en ningún momento se parase la carrera, y ya sí que puso ser evacuado: «Una vez ya pude volar en helicóptero a Melbourne todo fue ya más fácil. Parece que todo ha salido bien y estoy en el momento de la recuperación después de pasar por el quirófano».
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