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Sergio García celebra el triunfo con sus compañeros de equipo. EFE/Kai Försterling
Lección del niño en Cheste

Lección del niño en Cheste

Sergio García gana su primera carrera en el Mundial tras una prodigiosa actuación | El valenciano, de 16 años, supera a Migno y Artigas para imponerse en una accidentada prueba en la que sufren caídas Jaume Masià y Carlos Tatay

Toni Calero

Cheste

Domingo, 17 de noviembre 2019, 23:25

Hace tan sólo quince días Sergio García no sabía qué significaba subirse al podio del Mundial. Nada. Ni celebración, ni banderas, ni himnos. Bandera a cuadros y se acabó. Terminada una carrera, a preparar la siguiente. Y mientras, acumular experiencia y kilómetros porque García ni siquiera había nacido cuando varios de los pilotos de MotoGP ya pululaban por el paddock. En Catar, prueba inaugural del campeonato, ni siquiera pudo correr porque no había cumplido los 16. Sergio García ha pasado el Mundial buscando su sitio dentro de la inagotable factoría de talentos del Estrella Galicia. Era cuestión de esperar a que la calidad se impusiera a los nervios y la inexperiencia porque García, lo apuntan los jefes de su equipo, todavía no necesitará cuchilla de afeitar, pero es listo como un demonio sobre la moto. Y rápido y hábil para ganar la última carrera del Mundial, la de su casa, superando en el cuerpo a cuerpo final a Andreas Migno y Xavi Artigas, la otra gran sorpresa de la cita de Moto3.

"Ha sido increíble ganar mi primera carrera aquí, en casa. No puedo describir lo que siento", acertaba a decir el piloto de Burriana tras una nube de flashes que aún le cuestan de asimilar. No hubo mejor forma posible de arrancar el Gran Premio para los aficionados de la Comunitat. Cuando García pudo por fin apretar el puño para celebrar su primera victoria en el Mundial, se convertía en el cuarto valenciano en ganar una carrera de Cheste tras Héctor Barberá (2 triunfos), Héctor Faubel (2) y uno de Nico Terol. En dos grandes premios, 45 puntos del segundo puesto en Malasia y la victoria de Cheste. Imposible cerrar mejor la temporada para aspirar a cotas más altas el año que viene. "Creemos que ya está listo para pelear en la zona alta el próximo Mundial", apuntaba en este periódico Jordi Arquer, mánager del Estrella Galicia. Paso a paso, a García, si no hay contratiempos en la progresión, se le incluirá en dos años dentro del grupo de favoritos al título.

Echando la vista atrás, el de Burriana admite que tras el Gran Premio de Tailandia algo hizo click. "Encontramos algo que nos ha permitido ir avanzando posiciones y hacer carreras muy buenas, y me quedo con este gran final de temporada", apuntaba ayer. Desde ahí, Sergio García sólo se quedó en blanco en la carrera de Australia. El valenciano alcanzó la cita de Cheste con cierta madurez pero consciente de que eran muchos (entre ellos Arón Canet y Jaume Masià) pilotos pendientes del triunfo en el Ricardo Tormo.

Locura en pista

La victoria de García sólo se entiende desde la prudencia exhibida en los momentos más locos de la prueba de Moto3 y su capacidad para competir en los últimos giros. Durante la vuelta de calentamiento, la moto de Arón Canet tuvo problemas y la pista se llenó de aceite. El extraño incidente mandó a todos los pilotos al box mientras los operarios limpiaban el asfalto. Canet y Sasaki repararon sus motos pero salieron desde la última fila de la parrilla en la segunda salida. Jaume Masià aprovechó el desconcierto para tirar con fuerza al principio pero se cayó. El valenciano se dislocó el hombro y provocó que la nómina de favoritos perdiera a uno de sus mejores hombres. Acto seguido, todavía peor, porque el resbalón de Carlos Tatay provocó a una caída multitudinaria que obligó a sacar la bandera roja.

El peor parado fue Dennis Foggia, que lastimado fue evacuado al hospital 9 d'Octubre y recibió el alta médica horas después. Carlos Tatay, por su parte, se dio un golpe en la pierna derecha que le dejó una visible cojera tras la prueba. "Ha sido una pena terminar así en el Gran Premio de casa. Tengo una contusión en la pierna derecha, pero por lo demás estoy bien", decía el valenciano horas después del incidente. Tatay despedía con mal sabor de boca el Mundial. "Estamos muy contentos por cómo ha ido la temporada, pero ahora es tiempo de centrarse en la temporada que viene. Muchas gracias a mi equipo y a todos los que me apoyan", actual vencedor de la Red Bull Rookies Cup.

Tatay estaba fuera para la tercera salida y con una carrera reducida por los incidentes, Canet salió cuarto. Migno y Ramírez lideraron unos cuantos giros y nueva caída múltiple de Tony Arbolino, John McPhee y Alonso López. El cúmulo de desgracias dejó finalmente en el grupo de cabeza a Ramírez, García, Migno, Artigas, Suzuki, Salac y Canet. A priori, los rookies eran malos compañeros de viaje en una carrera grupal, peligrosa por todo lo sucedido y que iba a decidirse en las últimas vueltas. Pero tanto Sergio García como Artigas demostraron desde el principio que estaban delante para pelear por el triunfo.

"Traté de abrir hueco pero Sergio estaba muy fuerte", argumentó Artigas, invitado en el Circuit, sobre los compases finales de la carrera. La última vuelta volvió a ser de infarto, con constantes adelantamientos entre los cuatro candidatos. Y ahí se agigantó la figura de un Sergio García convencido de que le iba a dedicar la victoria a su abuelo Antonio. El de Burriana hizo bailar a la Honda en las últimas curvas para cerrar la puerta a Migno y Artigas, íntimo amigo suyo y el primero con quien celebró el éxito. "Si eres piloto y no te diviertes, mal". Palabra del niño que se doctoró en Cheste.

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