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Los pilotos del Mundial se han aclimatado a la nueva normalidad de su deporte. «Al principio era todo muy raro, pero tienes que terminar acostumbrándote», reconoce Sergio García Dols. El de Borriana es uno de los siete de la Comunitat en un paddock que más que eso parece un desierto. El pueblo nómada de las dos ruedas sigue un estricto protocolo y se autoimpone normas para que esta atípica competición a quince carreras no estalle en añicos.
Al motociclismo valenciano le ha tocado digerir que el Mundial, por primera vez en 19 años, no vaya a acabar en el Ricardo Tormo. «La verdad es que da un poco de rabia, pero sería mucho más doloroso que el campeonato no acabase en Cheste si pudiera haber público en las gradas», indica Sergio García, en referencia a ese GP por Europa –en un circuito todavía por confirmar–, anunciado para el 22 de noviembre. En el paddock está digerido que en 2020 no habrá espectadores, aunque los circuitos aún no lo descartan. Se rumorea que esa carrera aún sin escenario se celebrará en Portimao. «No he corrido allí nunca, pero por las carreras que he visto, me gusta porque es un circuito rápido, con pendientes», indica.
El de Borriana, que ayer estaba ya en la República Checa, donde se retoma este extraño Mundial tras una semana de tregua, desgrana cómo es el paddock y habla de las medidas de higiene que se siguen. «Está muy vacío y se nota la ausencia de los aficionados. Cuando no estás en la moto debes ir en todo momento con mascarilla», señala. Tampoco están montados los hospitalities, donde los equipos reciben a Vips o donde los deportistas atienden a los medios de comunicación.
«Los pilotos de MotoGP tienen un camión con el catering, pero a nosotros nos traen la comida en cajitas al box», relata. El resto del fin de semana de GP el personal que convive en el paddock se lo pasa en el hotel. También les llevan el desayuno o la cena a la habitación: «Antes igual salíamos el jueves por la noche por la ciudad, a algún restaurante o algo. Pero ahora la verdad es que no, tomamos precauciones».
Sergio García Dols extrema esas medidas de prevención incluso cuando está en casa. «No tenemos restricciones, cada uno toma sus precauciones. Personalmente yo prácticamente no salgo. Sabes que si das positivo, no puedes correr», comenta. Los pilotos se someten a pruebas PCR dos días antes de viajar, en este caso a la República Checa.
Respecto a sus opciones en el campeonato, y cómo encara la carrera, Sergio García Dols se ha mostrado enigmático. Sí ha admitido que el inicio del Mundial no ha sido bueno: «Esta primera parte del campeonato ha sido complicada, no hemos encontrado la puesta a punto para que estuviera cómodo en la moto».
El castellonense asegura que no corre con la calculadora, pero admite que en un Mundial tan vertiginoso lo importante es no lesionarse. Ahora hay tres fines de semana seguidos con carreras, la de la República Checa y dos en Spielberg: «Brno es un circuito que me gusta. Preferiría dos GP aquí antes que en Austria, que no me va tan bien».
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