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La historia de Valentino Rossi ha estado ligada a la del Circuit Ricardo Tormo. Desde sus inicios hasta su despedida. El italiano, convertido en una leyenda, compitió por última vez en motociclismo el pasado 14 de noviembre en Cheste. No podía ser en otro escenario. El trazado valenciano ha afrontado su primera edición sin 'Il Dottore' en la parrilla de salida. Y ese es el matiz, porque la gran realidad es que el piloto mutado a mito sigue presente en Valencia, ese trazado al que no profesa amor en público pero al que sí guarda cariño, según atestiguan sus hechos. De lo contrario, es difícil entender que el transalpino se dejase ver ayer por la instalación que, quiera o no, ha marcado su carrera deportiva.
Hasta la de las cuatro ruedas, pues hace unas semanas Rossi estuvo aquí compitiendo en GP, el campeonato que ha elegido para quitarse el gusanillo de las carreras después de dejar MotoGP hace ahora 12 meses. Pero lo cierto es que el mundo que ha marcado a Rossi es el de las dos ruedas y es en el que sigue inmerso: ayer estuvo por el circuito con una scooter, viendo de cerca las evoluciones de los pilotos de su academia.
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Sobre otra, pero la realidad des que el italiano ha rodado en moto por Cheste desde que abrió sus puertas al Gran Premio de motociclismo en 1999. Entonces, un joven Valentino Rossi, de sólo 20 años, saboreaba su cuarta temporada en el Mundial. Corría en la categoría de 250cc. Terminó octavo en aquella carrera. Le esperaba un brillante futuro. Rossi, quien se ha proclamado campeón en nueve ocasiones, se alza como el único piloto de la historia en haber conseguido el título mundial en cuatro categorías diferentes. Además, puede presumir de haberse subido al podio más veces que ningún otro en los grandes premios. Lo ha hecho en 235 ocasiones. Brilló con Honda, Yamaha y Ducati.
El piloto de Urbino, con 43 años, ha marcado una época sobre las dos ruedas. Y siempre se ha presentado como una de las grandes atracciones para el público de Cheste. Rossi ha estado presente en las 23 ediciones del Gran Premio de la Comunitat Valenciana celebradas hasta la fecha y recuerda con especial orgullo las de 2003 y 2004, en las que logró la victoria en MotoGP.
No obstante, hubo una prueba especialmente memorable. Fue la de 2015. Tanto es así que fue bautizada como 'la carrera del siglo'. Se llegó a la última cita del año con el título por decidir en la categoría reina. En la cita anterior, una polémica acción entre Rossi y Marc Márquez en Malasia, dejó al catalán sin opciones de luchar hasta el final por la corona mundial. En medio de esa tensión, y con el italiano y Jorge Lorenzo como candidatos al título, Cheste se convirtió en el foco del deporte internacional. La expectación era máxima. Sobraban alicientes. Por primera vez, un gran premio se declaraba de alto riesgo por las autoridades. 110.571 personas abarrotaron las gradas.
Rossi partía con siete puntos de ventaja sobre Lorenzo. Pero 'Il Dottore' debía salir último como sanción por haber tirado de una patada a Márquez en Malasia. Para adjudicarse el título, necesitaba quedar justo por detrás del balear. La remontada del italiano en la parrilla no fue suficiente y el mallorquín se proclamó campeón. Un duro golpe.
El Ricardo Tormo nunca ha figurado entre los preferidos de Rossi. No se sentía cómodo corriendo en el trazado de Cheste. Sobre todo desde que se le escapara de las manos el título de 2006. Se cayó y Nicky Hayden se impuso en MotoGP. Aquella decepción provocó que el italiano viera Valencia con otros ojos.
Sin embargo, hace dos meses volvió a Cheste. Eso sí, esta vez sobre cuatro ruedas. Rossi está creciendo como piloto de automovilismo y regresó para competir en la última cita de la Sprint Cup del Fanatec GT World Challenge Europe. Forma parte del potente equipo WRT, conduciendo un Audi R8 LMS GT3. El italiano pudo reencontrarse con el gigantesco mural con su rostro que decora la fachada de la torre principal del Circuit. Un homenaje que se le dedicó el día de su retirada del motociclismo.
«Ver mi cara en la torre es impresionante. Es un gran recuerdo de mi despedida como piloto de MotoGP. Valencia es un circuito muy importante para mí, porque he corrido en moto desde que MotoGP viene aquí, desde 1999, y aquí he comenzado mi segunda carrera«, afirmó Rossi al retornar a Cheste en septiembre. Trató de aparcar el antiguo recelo: «Tengo un gran recuerdo de este circuito, que no es de mis favoritos. No me sentí nunca muy fuerte en esta pista. Aquí es más fácil pilotar un coche que una MotoGP. Hay tres o cuatro curvas rápidas que son divertidas».
La suerte no acompañó al Audi de Rossi. Tras el decimotercer puesto conseguido el sábado por el italiano y su compañero, el belga Fréderic Vervish, los resultados del lluvioso domingo no fueron tal halagüeños. El equipo se vio obligado a retirarse por problemas en el coche. Más allá de esta anécdota, la leyenda de 'Il Dottore' seguirá presente en Cheste.
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