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M. O. MARTÍNEZ
Martes, 18 de octubre 2022, 01:58
Cuando se desveló la configuración de los equipos de la VIII Copa Caixa Popular de raspall, Ian y Brisca dibujaron una sonrisa. Por ... tercera edición consecutiva, ambos comparten camiseta y es imposible no rememorar aquella Copa de 2020 que acabó en sus manos. Con un año de 'impasse' con lesión de por medio, los representativos de La Llosa de Ranes encaran las semifinales con la ilusión por repetir éxito, más si cabe tras una fase regular donde se han mostrado como una de las parejas más fuertes en la competición.
«Hemos jugado muchas veces juntos y eso hace que estemos cómodos el uno con el otro. Devolvemos mucha pilota y es difícil hacernos un quinze», comenta Ian. Brisca reconoce: «Tengo muy buenas sensaciones y ya no hace calor, que es uno de los factores que más me afecta. Eso me da vida y disfruto. No hay nada que objetar con Ian, Sabemos nuestras carencias y virtudes».
Tanto es así, que la fuerza de los miembros de La Llosa de Ranes recae en la paciencia. «Igual no tenemos la potencia de otros jugadores, pero como aguantamos, los contrarios fallan y eso sí que lo que sabemos aprovechar. Sale solo. Intentar no errar y cuando nos la dejan buena, cerrar el quinze», confiesa el resto. «Igual el saque de Ian no es tan decisivo o explosivo y hay que trabajarse el punto. En contra, defiende mejor que nadie y tiene cabeza. Me aporta tranquilidad para no jugarme golpes que no son míos», añade el mitger.
Las lesiones han moldeado la trayectoria de ambos. El año pasado, Ian solo pudo competir en dos partidas de la Copa por problemas en el abductor, pero antes sufrió un calvario jugando con dolores en el hombro. El trabajo con el fisioterapeuta ha solventado este problema, aunque Ian ha adaptado su juego para evitar volver a hacerse daño. «Fue justo después de la Copa de 2020. Juego a gusto, pero la pilota no me sale igual. El saque lo modificaba y en la volea no sabía cómo colocarme. Ahora, disfruto», detalla el de Senyera.
Una sensación que comparte con Brisca. «Me veo como en 2018. En la mejor forma y con un juego de brazo para apretar cuando es buena. Reconozco que tengo carencia en la raspada por el suelo y lo compenso así», explica el mitger. Luego vino una lesión en el hombro que lo apartó un año y, a la vuelta, levantó la Copa de 2020 con Ian: «Estábamos a prueba. A nuestro nivel, éramos invencibles. Aunque no lo estábamos, era muy equilibrado. Esta edición no se asemeja a esas sensaciones. Ahora, saco fuerzas de donde no hay».
Ian y Brisca han terminado primeros del grupo A y jugarán la semifinal en Piles. Algo buscado en el último triunfo y donde se medirán a Salelles II y Seve, a no ser que estos ganen hoy a Badenes y Tonet IV por 25-0.
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