La catedral honra al más grande

Hace unos días, casi en el anonimato, Paco Cabanes 'Genovés' dedicó con un rotulador permanente el mural de cerámica que hay en la entrada del restaurante de Pelayo. No es raro que el mito, al que de forma casi unánime se califica como el más grande de la pilota, visite la catedral del deporte autóctono. Pero ayer no era un día cualquiera. El trinquet más emblemático celebraba su 150 aniversario -que se cumplió hace mes y medio- y para la ocasión se decidió rendir tributo al hombre cuyo carisma revitalizó la vaqueta en las dos últimas décadas del pasado siglo.

Si después de esto Pelayo no se ha venido abajo, es que sus muros pueden albergar aún miles de batallas. Como la partida del siglo entre un jovencísimo Álvaro y Genovés, allá por 1995 en el trinquet de Sagunt. Los dos protagonistas de aquella gesta estuvieron sobre las losas de la catedral ayer. Como muchos otros pilotaris y jugadores ya retirados que quisieron acompañar al mito. El estruendo de los aplausos resonó en varias ocasiones durante la mañana pero sin duda, el momento de mayor estruendo llegó cuando Paco Cabanes recorrió toda la cancha para despedirse del público. Desde el dau hasta el resto caminó saludando, saboreando el momento, luciendo ya la medalla del 150 aniversario del trinquet de Pelayo.

Sólo dos personas poseen la enorme chapa metálica. Dos leyendas: el propio Paco Genovés y Antonio Reig 'Rovellet'. Criado y residente junto al trinquet, recibió el reconocimiento en 2017. Dos ejemplos de pilotaris con carisma. Genovés, que ha peleado en mil batallas sobre las losas, ha tenido que lidiar en los últimos meses contra el cáncer. Esto no le ha hecho alejarse de su hábitat natural, el trinquet. Y en esa guerra ha contado con el respaldo de su gente: de todos los que le admiran, de sus amigos y, sobre todo, de la familia.

Recibió el galardón de manos de José Luis López, mecenas de la pilota y propietario de Pelayo. De un amigo al fin y al cabo. En presencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, o del de Les Corts, Enric Morera, entre otras autoridades. Pero ayer el protagonista era Genovés. De eso no había ninguna duda.

Y Paco, el mito, destiló carisma y quiso compartir el momentazo con los que más le han apoyado en estos meses tan duros. Recibió el primer aplauso cuando salió desde el vestuario de Pelayo y atravesó el pasillo que habían formado jugadores y expilotaris. Y luego, en su discurso, donde se le vio especialmente emocionado, agradeció el respaldo de su familia, en especial el de María Luisa, su mujer.

Luego llegó la despedida. El baño de multitudes empezando desde el dau. «¡Paco, Paco, Paco!», se gritaba desde la escala y desde las galerías para decirle no adiós, sino hasta luego. Porque a nadie le cabe duda de que Paco Genovés no puede estar demasiado tiempo alejado de un trinquet. Ama la pilota, algo que inculcó a su hijo, José Cabanes 'Genovés II', que acto seguido disputó la final del torneo con el que se han conmemorado los 600 años de existencia de la Generalitat.

Los finalistas llegaron al trinquet en carrozas desde la plaza del Ayuntamiento, acompañados por personas vestidas de época. Tras el homenaje, Soro III y Raúl se impusieron con solvencia (60-35) a Genovés II, Pere y Monrabal.

Llamó la atención el gran nivel ofrecido por Soro III ya en clave de Individual, la cita en la que está inmersa la pilota profesional, tanto en escala i corda como en raspall. En la primera modalidad, Borriana acoge esta tarde la segunda partida de octavos: Fageca se mide a Nacho. El actual campeón entra en liza el miércoles en el trinquet de Guadassuar y su primer rival será Francés.

En cuanto al raspall, esta semana se conocerán los cuatro semifinalistas. Los cuartos arrancan esta tarde en Xeraco: se medirán Moncho y Seve. Mañana, en Oliva, Marrahí se enfrentará a Punxa. Moltó contra Pablo (miércoles en Guadassuar) y Guadi ante Ian (viernes en Piles) completan la ronda.