David e Ibiza, permiso para soñar

Para David Martí es su primera gran alegría en el raspall de élite. «Era uno de los objetivos de la temporada. No siempre tengo la oportunidad de participar y, además, hacerlo con Ibiza, no podía pensar otra cosa», confiesa el resto de 21 años que en la edición anterior llegó a la semifinal y ahora espera «entrar en algún campeonato importante, sino seguiré demostrando que tengo nivel para jugar ante los más profesionales. Competir con cualquier mitger fuerte sería una experiencia única».

Por su parte, Héctor Ibiza levantó su segunda Copa2 tras hacerlo en 2019. «Nos da una continuidad y si vences, te ganas un puesto en campeonatos de más nivel para seguir progresando», detalla el mitger. A diferencia de David, Ibiza es más veterano. A sus 26 años cuenta con más trayectoria en el profesionalismo, entre otros, un subcampeonato en la última Liga como punter. Ahora, según los criterios establecidos en la campaña anterior, tendrá su oportunidad en el Trofeu Mestres, también en la punta. Ambos proceden de la misma escuela de Xeraco y comparten preparador, el pilotari Canari. Un factor que les benefició al compartir muchos más entrenamientos que otras parejas, pero también con momentos que fortalecieron su unión como el simple hecho de ir a almorzar. «Nos compenetramos y conocemos los puntos fuertes del otro», explica David. «Es una ventaja tener esa confianza», añade Ibiza.

El tándem salió a la perfección porque Ibiza reconoce ser «un jugador que ayuda a la hora de parar los ataques y que sabe quitársela a los rivales», mientras que David admite sufrir en el resto y cuya característica principal es la potencia en el saque. Un perfil similar a los de sus compañeros de entrenamiento, Vicent y Vercher, cuya evolución en grandes del circuito de raspall hace que sean «ejemplos a seguir, además de amigos y una gran inspiración», comenta el xeraquer. Una fórmula que equivale a un título.