La pilota ya es un deporte!. «¡Reconocimiento histórico!». Seguro que han leído en las últimas horas estas o frases parecidas después del ruido generado en ... el último trámite antes de que el proyecto de la nueva Ley del Deporte llegue al Parlamento. ¡Lo que es capaz de generar el fútbol que el jaleo ha llegado hasta al trinquet! Pues no: primera reflexión, ese texto y sus enmiendas han de pasar por el Congreso, por el Senado y, si fuera necesario, de nuevo por el Congreso. Así que, primera reflexión: si la pilota no era un deporte hasta este martes, este miércoles tampoco lo es aún, ni este jueves, ni el viernes... Sí es cierto que los políticos -los vascos y el valenciano Joan Baldoví- han aprovechado la coyuntura para hacer ruido y sacar partido del tema de la semana por obra y gracia del conato de rebelión auspiciado por la Liga y los clubes que se verían perjudicados por la Superliga.
Baldoví se ha marcado un tanto al corear, con cierta razón, que gracias a él la pilota será reconocida (puede ser, habría que matizar) como deporte: y cierta razón porque la realidad es que ha logrado colar una enmienda al proyecto de ley que luego ha de votarse. Y el PNV, con el respaldo del PSOE, ha logrado 'colar' su enmienda al artículo 44, que abriría la puerta a que una selección autonómica pudiese competir a nivel internacional. Una y otra maniobra no dejan de ser eso, iniciativas a las que luego será necesario dar contenido. Y para eso, desde Madrid se ha martilleado toda reivindicación autonómica con una misma idea: el canal no es la Ley, sino el Consejo Superior de Deportes (CSD). En esa encrucijada hay una idea clara: jamás habrá un 'Euskadi' -y aplíquese la misma idea a la 'Selecció Valenciana'- en el caso de que en un torneo internacional compita un equipo como 'España'.
La enmienda pactada por PSOE y PNV marca un libro de ruta: las selecciones autonómicas podrán competir en un torneo organizado por una federación internacional en caso de (a) arraigo histórico y social, y (b) haber pertenecido a la internacional antes de la constitución de una federación española. Y en tal caso, se subraya, deberá contar con el beneplácito del CSD. Toda una maraña 'deportivo-política' que se puede simplificar poniendo el anunciado Mundial de Alzira de 2023 como ejemplo.
El camino es el de la unidad, el de juntar fuerzas todos los deportes autonómicos y reivindicar su riqueza
Esta competición la organiza la CIJB, a la que está adherida desde su nacimiento la Federació de Pilota Valencia (FPV) y, por tanto, su Selecció Valenciana. Desde Colombia 2017 también acude Euskadi. Por cierto, hago un inciso, en uno de los partidos, en honor de la Selecció Valenciana se produjo la incómoda anécdota de que la organización puso por megafonía el Himno de Riego. Cuando se tramite la nueva Ley del Deporte, y si salen adelante las enmiendas de Compromís y la de PSOE y PNV, será necesario que el CSD dé el visto bueno a que este 'status quo' siga en pie.
Y en el caso de que transija (que no hay una gran razón para lo contrario), en el momento que alguien crease la 'Federación Española de Pilota Valenciana' y quisiera competir por 'España', jaleo. Pero claro, esto parece deporte ficción porque a llargues, la modalidad que la pilota tiene en común con otros países como Bélgica, Holanda o Colombia, sólo se juega en la Comunitat y, en menor medida, en el País Vasco. El ruido generado con la Ley del Deporte puede ser por lo tanto productivo para la vaqueta si los siguientes pasos se dan de forma meditada y calculada.
Porque recuerden, hasta ahora la pilota no figura como deporte reconocido por el CSD ni los torneos organizados por la CIJB en ningún resumen anual de competiciones internacionales. Y seguir en el limbo, como se demostró en la pandemia, no beneficia a nadie. Es como el que no tiene contratado un seguro de hogar: que se ahorra un dinero hasta que le genera una gotera al vecino de abajo. De haber estado catalogado como 'deporte', los pilotaris habrían podido empezar a entrenarse y a competir a puerta cerrada antes. Y más allá de esa inesperada crisis sanitaria que nos atropelló a todos, tendrían la oportunidad de acceder a becas de ámbito estatal o subvenciones como el reparto de los ingresos de la quiniela.
Pero todo esto no se va a conseguir -y en la Generalitat lo saben- con la nueva Ley del Deporte. Así lo subrayan informes jurídicos encargados por el Gobierno y así lo trasladó José Manuel Rodríguez Uribes cuando vino a Valencia en visita institucional como ministro del ramo. Hará falta sentarse con el CSD y ahí quien tiene cierta fuerza es la Federación Española de Pelota, de la que se desgajó hace ya más de dos décadas la pilota ante el ninguneo frente a otras modalidades por su marcada territorialidad.
Quizás el camino sea el de la unidad. El de juntar fuerzas todos los deportes autonómicos y reivindicar su riqueza histórica y su calado social, que las tienen. Lucha canaria, frontón vasco, pilota valenciana... son modalidades que tienen como denominador común la necesidad de convencer al CSD. Juntos serán más fuertes. Y con una estrategia a largo plazo tendrán más éxito que con otras destinadas a obtener un rédito político, ruidoso pero efímero.
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