Esta es la historia de mujeres que, hace ya más de un siglo, demostraron que el deporte femenino puede llenar canchas y mover mucho dinero. ... Lo hicieron a base de pundonor, técnica y bravura, de dejarse hasta la última gota de energía y, en ocasiones, mucho más. «Hubo algunas que perdieron un ojo, padecieron fracturas de mandíbula o, incluso, se registró alguna muerte», señala Olatz González, profesora de antropología de la UPV/EHU del País Vasco. Ella es la autora de 'Raquetistas'.
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La obra recoge la idea que puso en marcha el empresario Ildefonso Anabitarte para revitalizar el negocio de las apuestas: frontón con raqueta, jugado por mujeres, en la cancha de las dimensiones de las modalidades a mano. Primero con pelota de tenis, pero después con una de cuero de unos 40 gramos de peso. La raqueta era de fresno y reforzada, porque de lo contrario se rompía. Auténticos proyectiles.
Aquella modalidad se puso en marcha en 1919 y causó furor por toda España, y por países de todo el mundo donde hay tradición del juego de pelota hasta 1980. La Comunitat, por tanto, no iba a ser excepción a la hora de organizar competiciones entre unas deportistas que llegaban a ganar unas 2.500 pesetas al mes. «Ese era un sueldo superior al que percibía Franco antes del levantamiento», especifica Olatz González.
Y esto sin tener en cuenta el dinero que recibían de los premios por victorias y comisiones de quinielas y otras apuestas. Todo esto lo explica en su libro Olatz González: «He recogido lo publicado en prensa y legislación. La intención de la obra es revertir el discurso de que el juego de raqueta entre mujeres y algo menor y anecdótico».
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La autora, de hecho, habla del frontón de Madrid del que surgieron tres hermanas pelotaris, entre las cuales una de las mayores figuras de la época fue Carmen López, apodada 'La Bolche'. «Imagino que sería por su gran combatividad sobre la cancha», indica. La obra incluye un epílogo con la actividad de las raquetistas en el Frontón Chiqui de Valencia, que estuvo abierto entre 1942 y 1954 en la zona de los cines Lys. Este es fruto de la investigación de los profesores Víctor Agulló y Helena Paricio, de la Universitat de València.
Incluyen documentación y las impresiones de familiares de las deportistas, incluso en algún caso de ellas mismas. Como Emili de Casinos, que actualmente tiene 94 años. «Yo he sido muy rebelde desde pequeña, por eso fui pelotari. Pero he sido muy formal», señaló en 2021, declaración que está incluida en la obra. Ella llegó al profesionalismo después de iniciarse como recogepelotas en el Frontón Chiqui. Otra de las figuras fue Rosa Arregui, campeona de Primera en 1944 y galardonada en 1951 con el Ángel de Oro por parte de la asociación de Periodistas de México. Allí se organizaban las partidas más importantes por el gran movimiento de dinero que se producía a través de las apuestas.
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Los familiares acudirán este miércoles (19:00) a la presentación del libro en el Aula Cultural de El Corte Inglés. Mañana habrá otro acto en el Museu d'Etnologia. «Queremos proponer al Ayuntamiento que ponga una placa donde estuvo el Frontón Chiqui», señala Andoni Monforte, hijo de Rosa Arregui.
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