Los aficionados a la pilota en la provincia de Castellón suspiran desde hace tiempo por una figura de primer nivel. En el norte hay trinquets de referencia –sobre todo Vila-real, pero pro ejemplo, Borriol y Almassora también organizan partidas de élite–, una modalidad propia y diferencial en el interior, como son los frares, y una masa social selecta y fiel al deporte autóctono.
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Falta quizás ese pilotari que mueva a la gente, que él mismo y la afición crea que puede aspirar a los grandes títulos. Y desde este año, Diego de Onda ha demostrado condiciones para ser esa especie de mesías de la vaqueta castellonense. A sus 20 primaveras, 2023 será tan inolvidable para él como lo es para sus padres su nacimiento.
«Nací con seis meses y me han contado que durante algún tiempo estuve más allí que acá. Pero por suerte todo salió bien y no me quedaron secuelas», relata el chico. Todo lo contrario. Tiene un brazo que amenaza con convertirse en un arma de destrucción masiva. Ya lo aprovechó, esto y su conocimiento del trinquet de Vila-real, para dejar fuera de la liguilla de cuartos a un especialista del Individual de escala i corda como José Salvador.
Entonces ya venía de completar una gesta, erigiéndose en protagonista tanto en juego internacional como en llargues, para que la Selecció Valenciana fuera campeona del mundo en Alzira. A raíz de aquello recibió ofertas para ir a jugar a llargues a Bélgica, donde hay liga profesional. «He ido a partidas de Champions o de fiestas a Sella, pero ahora mismo eso lo he descartado. Igual en un año o dos... pero ahora estoy centrado en los estudios y en hacer carrera en el trinquet», comenta Diego de Onda.
Porque él lo tiene claro: quiere ser escaleter de élite en escala i corda. «Trabajo para ser profesional de la pilota, pero también soy consciente de que debo tener una alternativa por si esto se trunca», expresa el joven castellonense y que debe tener en cuenta cualquier chico o chica que desee ser deportista. «A mí en el futuro me gustaría ser profesor de educación física, tengo vocación de eso. Tampoco descarto trabajar como entrenador personal, pero en ese caso querría que estuviera centrado en la pilota», sostiene.
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Esto debe quedar lejos para un chico a quien su padre llevó con tres años a un trinquet. Probó tenis, hípica, fútbol... y cuando llegó a la edad de cadete se decantó por la pilota. La apuesta ha tenido, pro ahora, premio en 2023. Aunque perdió la primera partida contra Marc, ya es un éxito haber llegado a la liguilla de cuartos del Individual, donde seguro tendrá sus opciones.
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