Francés se reinventa tras un año de oscuridad

En la primavera de 2020, en una partida en Ondara, se rompió definitivamente un slap del hombro derecho y se inició el peor año de su carrera. «Es que hasta costó dar con la lesión, porque en la primera resonancia no salía. Luego pedimos que la hicieran con contraste y ahí ya sí que se vio. En la pandemia también era más difícil lo de las pruebas médicas», relata Francés: «Después de consultar con cuatro médicos, aposté por no operarme, por un tratamiento más conservador».

Regresó a las canchas el 22 de junio, en Massamagrell. «Al principio jugaba una partida por semana, dos como mucho. Ahora por suerte estoy disputando entre dos y tres y me encuentro bien», señala el escaleter, que este fin de semana ya ha disputado su primera final desde la lesión: la del Trofeu de Benissa, donde cedió junto a Tomàs II y Héctor ante Giner y Nacho (60-50).

«Ahora realizo trabajo preventivo, para que el músculo tenga la misma fuerza que antes, pero con más estabilidad. Así sufren menos los ligamentos o los huesos», explica Francés, que lanza un órdago: «Me veo a nivel para jugar la Lliga, espero que quienes decidan cuenten conmigo».

Es consciente de que en este año de lesión, restos como José Salvador o Salva Palau han dado un paso adelante. «En el momento de lesionarme yo ya tenía una trayectoria. Debuté hace 15 años en Guadassuar y nadie puede decir que no le haya tirado un día en el trinquet. He dado un rendimiento acorde a lo que se esperaba de mí», señala Francés, que también asume el reto de volver a brillar en el Individual: «En 2019 perdí en semifinales en iguales a 55 con Soro III, que fue campeón. Sé que me ahora me tocará empezar en las previas, pero tengo ilusión de hacerlo bien en el mano a mano».