Las ligas de los semejantes, o casi

Las ligas coparán desde el viernes y durante cuatro meses la actualidad relativa al deporte autóctono. El nuevo año se estrena en la pilota con las citas por equipos más relevantes en las que, como es norma, todos los conjuntos deben partir con las mismas opciones de victoria. Esa es, al menos, la intención de los responsables de su configuración. En breve se podrá comprobar cuan acertados han estado los técnicos de la Fundació y los trinqueters, que han elaborado los trece tríos participantes por consenso.

A priori, la decisión de los que mejor conocen el momento de forma de los pelotaris se antoja sensata. Aunque como las posibilidades para encajar las piezas eran muchas, la posibilidad para especular también es amplia hasta que se produzcan los resultados. Por ejemplo, en la Lliga Bankia de escala i corda y por lo que respecta al equipo que representará a Pedreguer, compuesto por Francés, Nacho y Pere. El potencial del trío es incuestionable pero se da la circunstancia de que un jugador debuta en el medio, caso de Nacho, y otro que era fijo en esta posición pasa a la punta, como le ha ocurrido a Pere. Se abre, por tanto, algún interrogante. ¿Funcionará el cambio de roles en ambas ubicaciones? ¿Afectará al rendimiento del equipo la lucha de egos?

En la misma competición del juego 'per dalt corda' también es destacable la manera en la que se ha 'apretado' al número uno oficioso, Puchol II. El de Vinalesa tendrá delante a otro debutante en el medio, Tomás II, y a un novato en la Lliga, Guillermo. Esta circunstancia no es novedad, sino la consecuencia de ser el que más juega. Así sucede desde que al Nel se le ocurrió colgar una cuerda en un trinquet. Es el precio del éxito, que también pagará Moltó en raspall. El de Barxeta también tendrá a un punter consolidado que pasa a ser mitger, Raúl, y a una joven promesa en la punta, Ibiza.

En el resto de equipos de las dos ligas el equilibrio parece mayor entre las diferentes líneas. Continúa habiendo noveles, pero bien arropados por consagrados, y primeras figuras compartiendo espacio con semejantes o casi. Pero hay que comprobar el grado de acoplamiento de todos ellos. Va de bo.