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M. O. MARTÍNEZ
Martes, 24 de enero 2023, 01:47
La Lliga CaixaBank no ha podido empezar mejor en ambas modalidades. Los equipos están dándolo todo para puntuar lo antes posible. El miedo por caer eliminados en la primera fase está provocando que los resultados sean los más igualados de siempre. Hecho que recupera el valor de una competición que estaba perdiendo esa aura de gloria que tuvo en su auge. El otro motivo por el que las dos competiciones están tan ajustadas es por el equilibrio entre los participantes y el subidón del nivel de los pilotaris que entran desde abajo. Una sorpresa que no lo es tanto para el que decide dicha configuración, Tino Bendicho, director deportivo de la Fundació per la Pilota Valenciana, entidad organizadora del mundo profesional de la vaqueta.
«Esta edición está siendo una consolidación del trabajo realizado para que sea un gran campeonato. Hay una gran respuesta por parte de los aficionados y es una pasada lo igualadas que salen las partidas. Creo que es el fruto de una labor bien ejecutada», manifiesta Tino. Para que esto ocurra, el proceso de selección de los equipos es determinante. Este se lleva a cabo no solo desde la dirección deportiva de la Fundació, sino que los trinqueters implicados también colaboran. «Se hace una primera preselección de los jugadores que queremos que participen. Luego esto pasa a manos de los trinqueters, y los que quieren, envían un borrador con los equipos que ellos piensan que son más equilibrados. Toda esa información se filtra en la dirección deportiva, aunque los cambios no llegan ni a una décima parte», detalla Tino Bendicho.
Donde se corre más riesgo es a la hora de desplazar posiciones, como este año con Álvaro Gimeno al medio, o al descartar figuras que no pasan por su mejor momento como Moltó. «Es mi tarea apostar por jugadores jóvenes que creo que merecen estar y pensar en el relevo generacional», añade el director deportivo. Hecho que genera controversia en la afición pero que es una decisión consensuada con los trinqueters. «Estoy seguro que Moltó volverá por su calidad. Además, si se queda alguien fuera, puede ser un sustituto de garantías ante una baja, como fue Salva Palau en la última jornada, y mantiene la Lliga en el nivel más alto», argumenta.
Con todo esto, el balance de las dos primeras jornadas es de doce partidas en las que tan solo cuatro duelos uno de los equipos no ha puntuado, es decir, no ha llegado a los 20 tantos en raspall, o a 50 en escala i corda. «Los que no han llegado se han quedado a un solo juego de los puntos. Es muy difícil porque son muchas partidas y los jugadores no son máquinas. Hasta los números uno están sufriendo. La criba está reñida», agrega Tino.
Así se cumple el objetivo de «recuperar la grandeza de la Lliga», define Bendicho. «Había perdido su esencia estelar y era una competencia más. Todos los días se jugaba por dentro y era algo exclusivo de la única competición por tríos. No la cuidábamos como cuando competía yo en mi época. La gente solo podía ver ese juego en la Lliga. Desde el pasado verano, las galerías son libres en el día a día y los trofeos. No solo proteges la salud de los jugadores, sino también de las competiciones grandes», completa Tino, punter en las décadas de los 80, 90 y la primera del siglo XXI, que ahora marca el destino del mundo profesional.
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