Marc quiere saldar cuentas en el Individual de escala i corda

Marc Gimeno tiene una cuenta pendiente consigo mismo. Hace tiempo que ha dejado de ser un cañonero. Al menos, ya nadie puede calificarle sólo como eso. Su crianza en las competiciones de clubes le concedió un demoledor juego por delante. Eso lo pulió cuando entró en el trinquet, donde fue su carta de presentación: cuando arma el brazo y la tiene plantada, quinze casi seguro. Pero en los últimos tiempos, después de recuperarse de su primera lesión importante, se ha reinventado. Mantiene esa potencia letal, pero ahora tiene más control, y la condimenta con una técnica cada vez más depurada.

En 2022 estuvo muy cerca de tocar el cielo. Ganar en su primera final a Puchol II y en Pelayo eran palabras mayores. Pero llegó a 50, y con la sensación de poder romper al resto hasta en su última opción y complicarle la vida al número uno. Pero el de Vinalesa hizo valer la experiencia, ese plus que siempre cuenta en el mano a mano, y que él sufrió antes de destronar a Soro III. Pero ahora Marc ya ha pagado ese peaje. Se siente fuerte, con argumentos suficientes para mirar a los ojos a cualquier rival: al número uno o a Pere Roc II, doble finalista del Individual.

Porque de ahí saldrá su rival este domingo después de que él hiciera los deberes, al vencer a Francés (60-40) en La Pobla de Vallbona. La partida era una eliminatoria: quien ganara, se metía en semifinales y el que perdiera, se quedaría en los cuartos del Individual. Fue un duelo de mucha calidad y suma igualdad, donde fue decisivo el mayor acierto de Marc cuando tenía val a su favor en el tanteo. Hubo un momento en el que el marcador parecía irse a favor del pilotari de la Ribera. Los juegos tenían un mismo guion: o bien oportunidades para ambos en las que sumaba Marc, o bien ocasión para Marc que no desperdiciaba.

El caso es que llegó a sumar cuatro juegos seguidos ante los cuales Francés no se vino abajo. Siguió plasmando su modo de jugar sobre las losas, muy técnico, escondiéndola, aplicando a rajatabla el manual del mano a mano. El de Petrer es de los pilotaris que gustan al aficionado del trinquet. ¿Que se retirará sin un Individual? Quizás, pero tiene la admiración de la escala. Marc también, pero él es más atleta, el deportista con el patrón que triunfa en cualquier modalidad en el siglo XXI: técnico, sí, pero potente, capaz de mirar a los ojos a cualquier rival y plantear un pulso en el que pierde quien primero flaquea.

Así se llevará este Individual, o deberá volver a esperar: o se vaciará para alzar el Fris Grec o quien le venza deberá exprimir hasta la última gota de energía. Lluís de la Vega ha seguido su ejemplo: ya no sólo es un muro ante el que es difícil hallar el quinze, cada vez ataca mejor. Ayer ganó a Diego de Onda (60-35) y ha completado la liguilla de cuartos perfecta. Si hoy Giner gana a Salva Palau, su rival en semifinales será Pere Roc II. Si no, se citará con Puchol II. Quien no juegue contra él, lo hará con Marc.

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