Moisés Rodríguez: «La pilota continúa siendo la gran desconocida de la sociedad valenciana»

Moisés Rodríguez vive el periodismo como vive la vida. Con intensidad. Con curiosidad. Con entusiasmo. Es capaz de defender una idea donde sea y ante quien sea. Tiene debilidad por la pilota. Ha pretendido dignificarla y darla a conocer. De esa pretensión nació la sección de LAS PROVINCIAS 'Un café en Pelayo', convertida ya en un libro. Hasta el viernes estará en la Feria del Libro para firmar la publicación 'Los cafés de Pelayo', de editorial Sargantana, que cuenta con 398 páginas y a un precio de 20,90 euros.

-¿A qué sabe el café en Pelayo?

-Sabe a café, a esmorzaret, a Coca-cola. Con 125 entrevistas nos tomamos muchas cosas diferentes. Sabe mucho a pilota, se habló mucho de pilota en cuatro años.

-Explícale a quien no ha estado nunca qué es Pelayo.

-Pelayo es un mundo único. Un microclima. Y ahora menos porque José Luis López hizo una gran inversión para crear un restaurante moderno. Pero antes entrabas en un bar anticuado, lo atravesabas y te metías en un mundo único, donde todos los jueves y sábados se practica un deporte que no hay en todo mundo. Cuando entró Carlos Goñi, con gafas de sol hasta dentro, y vio el recinto se quitó las gafas y dijo: '¿Qué hace esto dentro de Valencia y por qué el Ayuntamiento no lo compra y lo promociona?'.

-¿Por qué te planteas en su día esa sección en el periódico?

-Lo llevaba rumiando un tiempo. Hacía pilota de forma discontinua y el Botànic la utilizó como seña de identidad, como su carta de presentación del cambio. Puig se sentó en la escala en una final del Individual. Sólo lo hizo ese día. Pelayo lo compra José Luis López porque cerraba. Tuzón dejaba de gestionarlo y el dueño vivía en Santander. Los chinos lo querían como almacén. Y entonces pensé en hacer un foro opinión de la sociedad valenciana. Tenía una ambición que era pretenciosa y quería pasar a la historia como el Lorenzo Millo del siglo XXI.

-¿A quién querías invitar en esas conversaciones de café?

-Quería invitar a los 125 que han estado y me hubiese gustado continuar porque la idea era lo que salió. Por eso estoy tan feliz. Quería que pasara gente de la pilota con más o menos relevancia y también personas de una impronta innegable de la sociedad y que hablasen de pilota, como Paco Roca, el difunto Juan Cruz Sol, Chimo Bayo, Carlos Goñi, Mateu Lahoz o el presidente de CaixaBank. Me siento muy feliz por lo que conseguí y se plasmó.

-¿Tenías claro desde que surgió la idea de estas conversaciones que Rovellet sería el primero?

-Sin duda. Le hice un reportaje hace años. Lo titulé: El monaguillo de la catedral. Nació al lado del trinquet y ahí sigue viviendo. Son sinónimos. Tenía que empezar con él sí o sí. Dio un gran titular: 'En Navidad hay anuncios de circo pero carteles de pilota te cuesta encontrar'. Ocho años después aún tiene la misma razón.

-¿Cuál ha sido el café en Pelayo que más te ha sorprendido?

-Tengo varios. El de Carlos Goñi por el gesto, el de Mateu Lahoz porque no sospechas que un árbitro internacional puede ser tan sensible. Pero quizá fue el de Enrique Arce. Contacto con él cuando era una celebridad por 'La casa de papel' y tras el whatsapp que le envié me respondió que iba a hacer este reportaje porque era tan diferente que le había llamado la atención. Vino con su padre. Nos tomamos un caña cada uno. Fue una conversión sin mirar el reloj, como tres colegas para hablar de pilota y, después, de todo lo demás. Tenía una gran presión de fama pero se desinhibió y fue muy auténtico.

-¿Qué personaje te gustaría haber llevado a Pelayo y se te resistió?

-El objetivo era que fuera un foro. Cualquier celebridad que viniese a Valencia viniera a Pelayo. Me gustaría que Kipchoge corriese el Maratón y que tuviese diez minutos para presentarle lo que es la pilota valenciana. También Gayà, el capitán del Valencia. Del Valencia Basket no ha podido ser por su calendario. Me gustaría un gran jugador de baloncesto para hablar de pilota. De la sociedad valenciana me gustarían muchos, se me ocurre Ángel Casero. Y siendo ambicioso, me encantaría hablar con Messi en Pelayo.

-¿La gente conoce la pilota?

-Le suena la pilota. En los pueblos sí, se practica y la gente va al trinquet. En la ciudad menos, conocen a Genovés, sobre todo. Su suele decir que si esto fuera catalán todo el mundo lo defendería. Nos falta defender lo nuestro. La pilota es apasionante y muy divertida. Es la gran desconocida de la sociedad valenciana. Les suena pero no la conocen.

-¿En qué momento consideras que esos artículos en LAS PROVINCIAS tenían que aunarse en una publicación?

-Es una idea que tenía desde que vi que se iba haciendo grande, que íbamos avanzando. Tras volver de cada periodo de vacaciones seguía existiendo la sección hasta que la etapa se acaba y ya pienso que debo recopilarlo en un libro aunque sea para mí. Y cuando me pongo a reunirlo lo tengo más claro todavía. Estuve a punto de dejarlo pero quiero darle las gracias a Julián Quirós y Jesús Trelis, directores de LAS PROVINCIAS, y también a Quique Olmos, editor de la editorial Sargantana, por su apoyo. Iba a lanzarse para la Navidad pasada pero fue imposible y al final ha sido en esta Feria del Libro de Valencia.

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