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Marc, en la final del Individual del año pasado. FUNPIVAL
ANÁLISIS

La pilota se pega tiros en el pie

La gestión de la élite femenina inició una guerra sin cuartel entre Federació y Fundació que transmite una imagen de desorganización y ha perjudicado a las propias jugadoras

Miércoles, 10 de mayo 2023, 01:44

La pilota no deja de pegarse tiros en el pie fruto de haber mutado en una especie de reino de taifas en el que cada ... estamento reclama su cuota de poder o de protagonismo. En la última semana y media ha aflorado a base de comunicados el conflicto entre sus dos instituciones gestoras, que no saben convivir y que se declararon definitivamente la guerra cuando hubo que decidir de quién era competencia el 'producto' con más margen de progresión: la élite femenina.

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Federació y Fundació comprendieron que con el auge de la mujer en el deporte este era un campo fértil del que cosechar patrocinios y, por tanto, prosperidad. Se desató un pulso por la contratación de las jugadoras y por organizar unos campeonatos que, bien presentados, son excelentes cebos para atraer patrocinadores.

Pero claro está, para que lleguen las empresas esos eventos deben contar con visibilidad y ser atractivos. ¿Me pueden explicar qué imagen traslada la foto de la mejor jugadora posando con la camiseta de un campeonato –con patrocinador contratado y todo– que jamás llegó a celebrarse? Ya se lo digo yo: deja una imagen lamentable, dañina para todos los gestores y las propias deportistas.

Las jugadoras decidieron –y acaban de renovar esta postura– ir de la mano de la Federació. Ganaron un estatus y, por primera vez, tuvieron contrato de trabajo e ingresos... pero perdieron visibilidad. Porque aunque se dejó de hablar de este asunto, a pesar de que hubo un cambio en la presidencia de la Federació (¡ah, pues resulta que todo no era culpa de Daniel Sanjuán!), la guerra no acabó. A decir verdad, sucedió lo que ocurre en todos los conflictos bélicos, véase el de Ucrania: al principio copa titulares, pero después cae en la cotidianeidad, lo que no implica que deje de haber víctimas.

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En este caso, sobre todo las jugadoras porque han firmado con una Federació que no se puede ver con la Fundació. Así de claro y sin entrar en los comunicados porque me daría la final del Individual... que por cierto es la fuente de inspiración del nuevo escrito de esta semana. «Si la situación es la misma desde hace más de año y medio, lo que pasa es que nadie decía nada», me han justificado en las últimas horas para convencerme de que esto no es lo que parece: que alguien ha decidido que la pilota irrumpa en las inminentes elecciones municipales y autonómicas.

Me aseguran que no. Que la detonación de la primera bomba en forma de comunicado a falta de diez días de la campaña es pura coincidencia. «Se quiso dejar pasar la Lliga, pero con esto sólo se pretende cambiar cosas que no están bien y construir por la pilota», me subraya el presidente federativo, Vicent Molines. Lo mismo dicen desde la Fundación, que en su turno de réplica aseguran que enviaron un correo a la Federació para pedir una reunión sin haber obtenido respuesta. «No tenemos ánimo de confrontación, sino de mejorar la pilota, y si puede ser de forma conjunta», afirma el presidente, Juan Ureña. Oye, ¡entonces no hay ningún problema! Lo tienen bien sencillo: contactan por mail, whatsapp o llamada telefónica; quedan por vídeo conferencia (hay menos riesgo de que acaben pegándose) o para conversar y negociar al abrigo de un café (una muy buena costumbre que jamás debería caer en desuso); y en media horita, seguro que hay fumata blanca. Además, cuentan con Josep Miquel Moya, director general de Deportes al menos hasta el 28 de mayo (sí, ya lo sé, que esto –dicen– que no es ninguna maniobra electoral): «Nosotros vamos a seguir fomentando que haya reuniones porque sería positivo para todos que se llegase a un consenso».

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Esa es la mayor verdad. Pero no sólo por un tratado de paz en la 'Guerra de las Chicas', sino porque esta ha detonado decenas de minas que ya había por el camino. Es indecente que haya clubes que no quieran que los chavales que forman sean profesionales para que sigan jugando a galotxa, como también lo es que tradicionalmente los gestores de la élite hayan impuesto un severo proceso de selección que ha dejado por el camino a centenares de 'aburridos de la pilota'.

Lo dejo ahí porque, a decir verdad, todo se resume en lo kafkiano que es que la Federació esté en guerra con un estamento (la Fundació) que ella misma creó para gestionar el mundo profesional cuando se dio por quebrada a la empresa Valnet. Y que la Federació sigue siendo patrono de la mencionada Fundació. No digo que unos sean el diablo y otros, hermanitas de la caridad. No. Como aficionado y profesional que ha pasado horas escuchando a las partes les insto a que aprovechen esta desagradable situación. Los comunicados han hecho aflorar el detritus a la superficie: demuestren que este es un deporte de 'cavallers', zanjen las rencillas y empiecen a construir. Por cierto, el último escrito es de las jugadoras, que exigen con razón tener más visibilidad y jugar en los principales trinquets, como Pelayo. Con ellas empezó la guerra; tendría hasta un lado épico que ellas sentaran a las partes a negociar un armisticio definitivo.

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