Pere Roc II, el 'villano' que ha impedido un sueño

Muchos, todos, soñaban con la posibilidad de que Genovés II, que anda fino y enchufado en su temporada de despedida, protagonizase otra final del mano a mano antes de decir adiós. No era lo más probable, según palabras del propio Genovés II, pero tampoco lo fue hace tres años cuando rompió unos cuantos pronósticos hasta medirse por el título contra Soro III, que le superó por un exiguo 60-55.

Si la partida del sábado hubiese sido una película de héroes y villanos, Pere Roc II tenía que ser necesariamente el malo. Y lo fue. «Sabía que la gente quería que ganase Genovés II y que el final feliz era ese, pero somos deportistas profesionales y debemos ser egoístas en el sentido que lo único que importa es ganar. Independientemente de las circunstancias, que en este caso eran muy especiales. Ahora que ha pasado la partida la veo como muy especial para mí. Cuando me tocó jugar contra él no me hizo ninguna gracia, pero ahora me siento orgulloso de haber jugado contra mi amigo en su despedida. Eso me lo guardo para siempre».

Cuando se definió el cruce de ambos en cuartos, a Pere Roc II le costó asumir que debería enfrentarse a un icono de la pilota en el año de su retirada. «Cuando gané en octavos a Diego ya me empezaban a decir que el trinquet estaría del lado de Genovés II, que todo el mundo querría que ganase él, y eso me dio que pensar», explica. Pero con el transcurrir de los días fue mejorando su situación de incomodidad. «Sí, porque en las redes sociales, mucha gente comentaba que quería que ganáramos los dos. Eso ha supuesto un plus de moral porque he podido comprobar que nadie iba contra mí, sino a favor de Genovés II por las circunstancias. Y es normal, yo también hubiese querido que ganase él si no hubiera jugado contra mí», añade.

En verdad, Pere Roc II no ha sido un villano tan malo. Mucho y para bien ha dado que hablar su sincera reacción de ir corriendo a abrazar a su rival tras conseguir la victoria. «Cuando hice val para ganar, el público ya se levantó para aplaudir a Genovés II por si ese era el último quinze. Yo no pude hacer otra cosa que unirme a ese sentimiento porque lo sentía de verdad, pese a que como profesional es un error porque te saca de la partida. Después me centré, acabé y lo único que quería era abrazarlo. Gané yo, pero el protagonista era Genovés II. Era su día y me vale con haber tenido la suerte de jugar contra él en su última partida mano a mano».

Es más, Pere Roc II también tuvo el apoyo de la afición, que una vez más demostró su señorío. «Muchos me animaron en los momentos complicados, y es que la gente de la pilota es así. Puede que el preferido sea el otro, pero te reconocen lo que haces bien y te dan aliento cuando lo pasas mal».

Ahora hay que seguir adelante y pensar en la semifinal, que será contra el vencedor del duelo entre Puchol II y Giner de esta tarde en Massamagrell. «Quizás preferiría a Puchol II pese a que es el favorito. He jugado bastante contra él mano a mano y le conozco bien. Sé cómo debo jugarle y qué me va a buscar. Lo veo como más previsible, aunque también es el más efectivo. Giner es diferente y puede sorprender más porque igual se puede ir al aire, que quedarse detrás, o jugar con una mano y la otra. No quiere decir que sea más eficaz, pero sí más impredecible y eso no me gusta tanto».

El caso es que Pere Roc II está a nueve juegos de repetir presencia en la final, cuatro años después de la última. En este tiempo ha podido dar la sensación que pilotaris como De la Vega o José Salvador habían ocupado su sitio de gran alternativa a la hegemonía de Soro III y Puchol II. «Es duro de asimilar, pero estoy muy tranquilo porque aunque he pasado una mala temporada a efectos de resultados, he continuado aportando buen nivel en el trinquet y he seguido notando el respeto de la afición. En el deporte hay muchas variantes y todo influye. En las tres últimas ediciones llegué a las semifinales y fui competitivo. Y este año me veo con posibilidades, en caso contrario no jugaría. Hay otros pilotaris que tienen las mismas o quizás más, pero yo voy con la garantía de que, al menos, el que quiera estar en la final me tendrá que ganar. Estoy muy concentrado y con muchas ganas de jugar la semifinal», concluye.