Tonet IV apuntala su reinado en el Individual

«Ya ha conseguido lo que nadie había logrado», subrayaba el padre. Y sólo tiene 22 años. Ahora, con su trono en tierras salvajes, le queda tiempo por delante para seguir explorándose, a ver hasta dónde puede llegar. Lleva dos ediciones del Individual consecutivas, ganando al gran dominador de la modalidad desde que venciese a Waldo en 2015. A Moltó se le sigue resistiendo el Fris Grec, ese trofeo que distingue al ganador del Individual entres ediciones consecutivas o cinco alternas. Meses atrás, en Bellreguard, el entorchado estaba en la escala. Ayer, la organización decidió mantenerlo menos a la vista. Al contrario que en 2020, Tonet IV partía como favorito: en las apuestas se empezó dando de 5, se ofreció enseguida de 10 y se llegó hasta a 20.

Fue cuando Tonet IV parecía desmelenado, enfilado a endosar una partida sabatera a Moltó. Quizás sea cierto que el de Barxeta regaló la final en ese primer juego en el que empezó sacando. Llegó a tener val-15 y se dejó igualar. Luego cometió una falta increíble de saque y su rival lo aprovechó para romper desde el resto en el siguiente tanto. «Empiezo bien pero, aunque no quiero quitarle ningún mérito, le regalo demasiado», lamentaba el de Barxeta tras la final.

El joven de El Genovés apretó al máximo, peleando como acostumbra cada quinze como si fuera el último. Sacó adelante su saque y volvió a atacar el de Moltó con éxito. 15-0. La final parecía que se iba en un santiamén. Fue un espejismo. El de Barxeta siempre va de menos a mucho más, como volvió a demostrar en la semifinal contra Ian. «Estoy satisfecho por el trabajo que hemos hecho, lógicamente no con la derrota. Un mes antes del campeonato comuniqué a la Fundació que, por respeto, no iba a jugar el Individual, no estaba en condiciones», desveló el de Barxeta: «Con mis entrenadores, Javi Pérez y Carlos Sanz, he formado una familia. Hemos hecho un gran trabajo en los últimos meses».

Moltó sacó el manual. Apretó a Tonet IV, pero quizás le faltó algo de potencia. «Me da rabia porque he dedicado mucho tiempo al estudio y se lo he quitado a la pilota», lamentaba sonriente. Esa preparación exprés le dio para romper a Tonet IV, sumar desde su saque y poner contra las cuerdas al campeón (colocó el 15-10 tras ir 0-30 en contra en el parcial). «Yo físicamente estoy bien, podría volver a jugar la final. Tengo que trabajar más el aspecto psicológico», admitió.

Tonet IV, en cambio, echó mano de la cabeza. «Sí, he visto peligrar la final. Hacía muchísimo calor y he notado un bajón físico que no había experimentado nunca. Contra Moltó siempre tienes que estar al 100%. ¿Qué he hecho? Hacerme el ánimo de que debía darlo todo», indicó. Y lo hizo, aferrándose a todo lo que tenía. «Esta vez mi saque no ha sido decisivo», lamentó. Aún así, le dio para sumar y recuperar la tranquilidad que daba el 20-10.

Y entonces se exprimió. Gritando en cada golpeo. Buscando la menor oportunidad para avanzar y dando una exhibición de poderío en el rebote. «La verdad es que es una acción en la que me siento cómodo. ¿Jugar de resto? ¡No, no, déjalo! Estoy bien de punter», señalaba Tonet IV. Moltó reconoció después de la partida que no había sabido modular sus golpes para ofrecer menos oportunidades a su contrincante. Lo cierto es que en ese último parcial el de El Genovés las aprovechó para cerrar la partida y convertirse en el primer mitger que conquista dos Individuales consecutivos.

En su demarcación, supera a Grau (escala i corda) y a Coeter II (que tiene dos y ayer hacía de home bo). Por cierto, en los prolegómenos se homenajeó a su hermano Miguel Coeter, también campeón del Individual. Pilotaris que forman parte de un palmarés en el que ya destaca un joven de 22 que acaricia el Fris Grec. Ha llegado el momento de ponerle encima esa presión, a lo que él replica con una sonrisa: «Es cierto que ahora ya la tengo, pero con la misma ilusión y ganas lucharemos por conseguir los objetivos».

El primero lo tiene claro: «Disfrutar de cada partida». Lo cierto es que sabe manejar la presión. «Esta mañana me he ido con unos amigos a una caseta. Hasta las 13 estábamos en la piscina. Hay que hacerlo, y aún así luego te entran los nervios», comentaba. Así, tan normal, se ha abierto camino para colocarse entre los candidatos a convertirse en el séptimo poseedor del Fris Grec. Lo tienen Genovés I, Sarasol I, Álvaro y Soro III en escala i corda, y Pasqual II y Waldo en raspall. Están a un título Puchol II, en la modalidad per dalt, y en la de la raspada, Moltó y un chaval de 22 años llamado Tonet IV.

«Ahora mismo no soy consciente de todo lo que he conseguido ya. Vives el momento. Cuando pasan las horas es cuando empiezas a sentirte contento y orgulloso», señala. Tiene motivos porque ha apuntalado su trono en el Individual. En 2022 será de nuevo el rival a batir y, con el nivel que está exhibiendo ya parte como favorito cada vez que comparece en el trinquet. El año que viene, el gran atractivo del mano a mano es que puede llegar el séptimo y el octavo poseedor del Fris Grec. En el raspall se puede esperar el renacimiento de Moltó o que Tonet IV siga haciendo historia. Dicen que vienen grandes promesas pero, de momento, él ha apuntalado su trono.