Hace seis años, el entonces presidente de la Generalitat Alberto Fabra anunció que la pilota se convertiría en el primer deporte con la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC). La realidad es que más allá de este gesto institucional, la vaqueta apenas ha notado sus beneficios. Ahora la vertiente profesional ha iniciado una carrera para elevar esta catalogación al nivel nacional para lograr ventajas, como una reducción en el IVA. Esta es una de las inquietudes que se le trasladaron el sábado al ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, que asistió a la final del Trofeu Diputació d'Alacant en el trinquet de Benissa. La Fundació que gestiona la pilota profesional –de la mano con la Federació– reivindica al Gobierno que el deporte autóctono sea BIC Inmaterial.
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Se quiere aprovechar que la cartera de Deportes está ahora en manos de un ministro valenciano, siguiendo el ejemplo de la federación de bandas de música. Estas llevan ya varios años luchando precisamente por ser BIC Inmaterial y la previsión es contar con esta distinción a principio del próximo año. Con ella, se pueden pelear beneficios como el de la reducción del IVA. En la actualidad, la pilota profesional tiene ciertos beneficios fiscales al estar gestionada por una fundación. Sin embargo, otra parte de su actividad está sometida al 21%, esto es, el IVA general por prestación de servicios.
Fuentes de la Fundació admiten que en la situación actual es muy complicado pelear por una exención total. Sin embargo, sí se aspira a conseguir una reducción ostensible, llegando a tributar en torno a un 10% y, en el cálculo más optimista, hasta un 2%.
En la pilota se toma, por lo tanto, como referencia el IVA cultural. Para obtener esa reducción fiscal sería necesario una aprobación por parte del Ministerio de Hacienda. Para tocar esa puerta, lo primero que precisa la vaqueta es contar con la mencionada declaración de BIC Inmaterial. Además, en las conversaciones de hace unos días se arrancó el compromiso a Rodríguez Uribes de un informe favorable de que el deporte autóctono pague menos del 21% de IVA.
Desde el organismo presidido por Josep Maria Catalunya estiman que, en función de la reducción que se aplicase, se podría dejar de pagar a la Agencia Tributaria entre 700.000 y 120.000 euros anuales. Esta última cifra representa la mitad del coste de la Lliga, la competición más larga en cada temporada, ya que se extiende durante cuatro meses.
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Los gestores de la pilota de élite se apuntan que ese ahorro permitiría contratar más jugadores o impulsar definitivamente un torneo de jóvenes que diese seguridad a los deportistas emergentes. Con la declaración de BIC bajo el brazo también se pretenden impulsar otros beneficios.
Uno de ellos sería que en su contrato, la Seguridad Social incluyese el epígrafe de ‘jugador de pilota valenciana’. Este es un reconocimiento con el que ya cuentan los deportistas profesionales del frontón vasco.
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La pilota toma como modelo a las Bandas de Música, cuya declaración de BIC a nivel autonómico data de 2018 (después que la vaqueta) y que están a meses de obtener la distinción a nivel nacional. Para ello ha sido vital la implicación de Rodríguez Uribes, por la que ha peleado la Federación. El siguiente paso, ya presentado al ministro, es obtener la declaración de Patrimonio Inmaterial por parte de la UNESCO. En el deporte autóctono se quiere seguir este ejemplo.
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