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Ian, en una partida de la pasada temporada, antes de pedir la baja de paternidad. FUNPIVAL

El primer pilotari que pide la baja de paternidad

«No iba a poder centrarme en el trinquet con mis bebés en el hospital» | Los hijos de Ian nacieron prematuros y pasaron un mes en una incubadora: «Estaban bien, pero ese tiempo no hice nada. Luego sí lo eché en falta»

Martes, 20 de febrero 2024, 01:29

Ian Álvarez pasará a la historia del deporte valenciano. Ya no sólo por su notable palmarés en el raspall profesional, sino porque ha sido el ... primer pilotari de élite en disfrutar de una baja por paternidad. No va a estar 16 semanas apartado de los trinquets, pero sí se ha tomado un paréntesis de dos meses: «Mis hijos nacieron prematuros y no podía estar jugando partidas con ellos en una incubadora de La Fe. No iba a estar centrado en el trinquet», argumenta el de Senyera.

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El resto compagina su actividad como deportista de élite con otro trabajo en una empresa de montaje de pacas de pladur. Cuando Eva, su pareja, supo que estaba embarazada se sometió a una analítica que ya les vaticinó la bomba: «Los indicadores salían altos y en la familia tenemos precedentes». Uno por parte de ella y dos por la del pilotari. Ian junior y Zoa estaban en camino y, de hecho, llegaron prematuros. «Nacieron en diciembre, por lo que han tenido que pasar un mes más en el hospital».

Ian, tercero por la izquierda, en la partida en la que reapareció tras dos meses. EL ZURDO

Si cualquier pareja se preocuparía por algo así, Ian y Eva, padres primerizos, tuvieron que digerir la situación. Estuvieron un mes viviendo en la casa Ronald, junto a La Fe. «Los bebés estaban bien, pero los teníamos en el hospital... en esas semanas no hice nada», recuerda Ian. Desde los 5 hasta sus 27 este ha sido el minúsculo intervalo de tiempo en que la pelota de los ocho gajos no haya estado en mente de Ian.

Ya en casa tocó adaptarse a la nueva realidad. «De momento hemos tenido suerte, comen y duermen bien. ¡Ya veremos cuando echen a correr!», señala. Empezó a hacer algo de deporte y a seguir desde la distancia la Lliga: «No quería ir al trinquet, pero estaba al tanto de los resultados. Creo que está siendo un campeonato igualado y emocionante».

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Sigue de baja en la empresa de pladur, pero a los dos meses Ian ya no podía estar más tiempo sin tocar la vaqueta. «Llamé a Emi (el responsable de confeccionar la agenda de raspall» y le dije que ya estoy disponible», indica. De inmediato contaron con él y le pusieron en el cartel de la partida de profesionales del domingo 11 de febrero en Bellreguard: «Al principio me costó, al tercer juego ya no podía». Y eso que, con Momparler de mitger, se impuso a Diari y Raúl.

Apuestas con pañales

A partir de ahora, Ian Álvarez está disponible. «Si cuentan conmigo jugaré todos los campeonatos que pueda este año», subraya el resto. En mente, cómo no, está el Individual: «Por eso no podía estar parado casi hasta mayo, luego recuperar el nivel me iba a costar demasiado». Como era de esperar, las bromas han llegado. «Algunos como Salelles II ya empezaron antes de que nacieran los niños», admite. En esa partida de Bellreguard, los chascarrillos se intensificaron. «Bossio (otro jugador de raspall) cuando fue a cerrar una travessa dijo que él lo quería en pañales», indica el resto de Senyera entre risas.

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De momento Ian junior y Zoa no han ido al trinquet: «Son muy pequeños aún, pero dentro de poco. Cuando ya haga mejor tiempo». Pero el padre quiere que sus hijos contacten cuanto antes con la pilota. Reconoce que le encantaría que se enamorasen de la pelota de vaqueta, como él dijo hace ya más de dos décadas. «Que prueben, me gustaría, pero estaré satisfecho con cualquier deporte que elijan y si lo pasan bien», remarca. Y también que pronto celebren un título en brazos de papá.

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