Puchol II, el tirano del individual

Pelayo, la Catedral de la pilota, se ha convertido en su santuario. En un lugar imprescindible para entender una carrera con un palmarés sublime que lo coloca entre los mejores de la historia de la vaqueta. «En Pelayo, en un trinquet tan grande, todos sabemos cómo hay que jugar», deslizó tras clasificarse con su victoria ante Marc en Vila-real el viernes pasado. Y desde luego demostró que tiene la lección bien aprendida.

Sabía que tenía que aferrarse al dau y aprovechar cualquier resquicio desde el resto. Perder la reballada no es aquí decisivo, ya que el iguales a 55 se resuelve en tie break. A Puchol II le dio igual y, ante la suerte esquiva de la moneda, apretó los dientes desde el resto. Esto y un inicio frío de Francés, que fue de menos a más, le permitió romper y poner la partida de cara muy pronto.

Se mostró imperturbable en el saque, concediendo sólo dos puntos de val en el penúltimo juego, y cuando la tenía de rebote hallaba galería. El 60-35 resume su momento de forma, superlativo, ante un Francés notable que ante cualquier otro rival habría tenido más opciones. «He recuperado mi nivel hace tiempo, espero que esta vez me sirva para entrar en la Lliga y en los grandes campeonatos, que es donde quiero estar», reivindica el de Petrer.

Entre ellos, el otro Individual, el que se juega con feridor, el de toda la vida y que será en primavera. «Yo soy más clásico y me gusta más ese, pero este nuevo Mà a Mà tiene cosas interesantes. Hay que sabérsela tirar muy bien porque un buen saque es medio quinze. Lo bueno es que ha atraído, se ha visto que la gente tiene ganas de venir a trinquet, sobre todo ahora a finales de año», comentó Puchol II.

«Nosotros seguiremos dando el máximo para ofrecer un buen espectáculo», apostilló. Lo había demostrado con hechos. También Francés, porque el tanteo quizás fue algo cruel para él, aunque entregar tres juegos desde el dau suele ser pecado capital en un mano a mano, independientemente de las reglas con las que se dispute el campeonato.

Este Trofeu Mà a Mà ha acabado en escala i corda, pero no ha hecho más que empezar en raspall. Ayer se disputó, en La Llosa de Ranes, la primera jornada del grupo B. Primero Iván, otro gran manomanista, venció con solvencia a Vercher (25-5). Después el que fue muy superior fue Marrahí sobre Badenes (también 25-5).