Punto final a la temporada más atípica

Acaba el año, toca hacer balance y en la retina de todo habitual al trinquet, el 2020 será irremediablemente el curso de Puchol II y Tonet IV, que han arrasado además siguiendo caminos paralelos ya que han conseguido los mismos títulos en sus respectivas modalidades.

En la disciplina de escala i corda también ha sido el año de Tomás II, que se ha consolidado como mitger con la consecución de la Lliga y la Copa, logros por los que en Xaló le han puesto su nombre al 'Carrer de pilota'. La irrupción de Guillermo ha sido otra de las notas positivas y para el recuerdo quedará su reacción cuando ganó la Lliga, tumbado y ajeno a todo en Pelayo.

Marc como resto campeón de la Lliga, De la Vega como rey del frontón y finalista por primera vez del mano a mano o el sempiterno Félix, que sigue marcando la pauta, también han acaparado titulares con merecimiento. A Giner se le debe incluir en esta enumeración por su eclosión y entre los aspirantes, José Salvador, Salva Palau y Álvaro Gimeno han dado el aviso a los grandes de que no pueden dormirse.

En el raspall, Punxa y Néstor fueron campeones y magníficos acompañantes de Tonet IV en la conquista de la Lliga y la Copa les sirvió a Ian y a Brisca para recuperar el sitio que habían perdido a causa de las lesiones. Moltó y Marrahí también han estado ahí pese a que se les han resistido los títulos y en la misma mesa se sienta ya Vercher, que ha alcanzado la condición de imprescindible en las grandes citas, como también Pablo, aunque el de Barxeta ha sufrido altibajos por las lesiones. Delante, Seve se mantiene a la estela de Tonet IV y la de Canari ha sido una temporada destacada aunque su juego sea más efectivo que espectacular. Y atención a los que vienen, que en el raspall también los hay, como Salelles II, Vicent o Iván.

Pero 2020 ha sido el año de todos los pilotaris, sobre todo desde que la pandemia comenzó a hacer estragos. Durante el confinamiento, los veinticuatro jugadores con ficha siguieron entrenando dentro de sus posibilidades. El resto también, pero sin el colchón de un sueldo mensual.

La pilota fue de los primeros deportes en reactivarse, a puerta cerrada, y en la Comunitat el primero al que se le permitió la vuelta del público, responsabilidad que obligó a dar ejemplo con las medidas de seguridad. Tras la vuelta se han completado las competiciones oficiales y gracias a ello se han mantenido las nóminas intactas salvo por el ERTE en los meses de inactividad. Pero faltaba la ayuda al colectivo que no está amparado por una ficha, principalmente el de los jóvenes a los que había que sacar de la desilusión. Llegó de la mano de la Fundación Trinidad Alfonso y su proyecto Comunitat de l'Esport, con el que se creó la Copa 2. El torneo les permitió volver a competir y tener cobertura laboral durante su desarrollo.