Del resurgir a la consolidación de Pablo

La Copa fue el punto de inflexión en la trayectoria de Pablo y la consecución del título el empujón definitivo para creerse que puede ser alguien importante en la pilota, deporte en el que llegó a cuestionarse su continuidad. El sábado, el pelotari de Barxeta estará en disposición de añadir a su palmarés el entorchado por equipos por excelencia, el de la Lliga. «La confianza adquirida en la Copa sigue dando sus frutos. Continúo entrando al trinquet motivado y con la sensación de que puedo jugar contra cualquiera», explica el jugador.

La buena racha se mantiene y no por casualidad. «Me he olvidado de otras historias y trabajo duro para estar bien. He mantenido el ritmo, los buenos resultados y la presencia en la final de la Lliga demuestra que me lo estoy currando. Eso sí, con la magnífica ayuda de mis compañeros Seve y Lorja», apunta Pablo.

La situación personal es diferente y la competición también, como el grado de satisfacción respecto a la Copa. «En la Lliga estoy disfrutando más. Incluso me siento más protagonista en el equipo. La rivalidad es mucha en nuestro colectivo, pero estar en la final me permite cumplir con el objetivo de que después de llegar hay que mantenerse», dice.

Mantenerse y progresar. Quizás para cuestionar la hegemonía del triunvirato que domina en el raspall durante las últimas temporadas. «No me fijo en los demás sino en mí mismo. Ahora estoy en la cuarta posición en cuanto a restos, lo cual es mucho teniendo en cuenta que por delante están Moltó, Marrahí e Ian. Pero lo que de verdad me importa es seguir aprendiendo y evolucionando», dice el de Barxeta.

Desde que se ha reactivado la pilota profesional, Pablo ha completado tres partidas. «Antes de la vuelta me encontraba bien pero tenía la incertidumbre de qué podía pasar porque no es lo mismo entrenar que jugar. En la primera partida me sentí desubicado en algún momento pero todo transcurrió bien mientras que en la ida y la vuelta de las semifinales he ido a más, he jugado más centrado. No ha sido ninguna dificultad volver a competir», dice.

Y, si buena es la valoración personal, mejor resulta la colectiva. «Al equipo lo he visto muy bien y creo que hemos tenido la misma evolución. En la última jornada estuvimos un poco desorientados pero en la semifinal hemos sido el trío de antes de la interrupción por la pandemia: cada uno jugando la suya bien jugada y con máxima compenetración entre las líneas», añade.

La próxima cita puede valer un título. Será en Castelló de Rugat frente a Punxa, Tonet IV y Néstor. «Me veo con muchas posibilidades pero en un día tan especial puede pasar cualquier cosa. Evidentemente quiero ser campeón aunque lo que verdaderamente deseo es que la final sea una fiesta para la pilota y que hagamos disfrutar», asegura.