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A finales de julio de 2021, Paco Cabanes estaba muy, muy orgulloso. A escasos metros de su casa abría un nuevo negocio: 'Clínica José Cabanes'. El fisioterapeuta tiene el establecimiento salpimentado de camisetas encuadradas de pelotaris, valencianos y vascos, todos ellos referentes del milenario deporte. ... Como él y, sobre todo, ese padre al que se le caía la baba al observar en lo que se ha convertido su hijo. «Es una sensación muy rara porque me siento feliz al recordar aquello... pero es que cinco días después me faltaba él», comenta con nostalgia Genovés II.
Con él, la saga continúa. Es la astilla del ‘más grande’. Así le proclamó con total justicia el mundo de la pilota valenciana y más allá. En cualquier lugar donde se juegue a pelota a mano, independientemente de la modalidad, saben quién es Paco Genovés, fallecido hoy hace un año. Su figura trascendió a ese deporte que revitalizó en los 80 y los 90. Lo conocían los futbolistas, las figuras del baloncesto, actores, empresarios, políticos... Paco siempre será Paco para los amigos. Si en un trinquet dices Paco, imposible que te refieras a otro. Y para la sociedad valenciana, para los no avanzados en la vaqueta, El Genovés no es un pequeño pueblo de la Costera, sino el Maradona del deporte autóctono.
«Es una leyenda valenciana», proclama Arón Canet, piloto de motociclismo, de Corbera y nacido cuatro años después de la Partida del Segle, esa final del Individual entre Genovés y Álvaro mitificada hasta la saciedad. Meses después de aquella partida en el trinquet de Sagunt, Paco decidió colgar los guantes.
Para entonces José tenía 15 años. La foto, que también puede catalogarse como mítica o archiconocida, ya estaba hecha. En ella aparece él de niño, en el patio de la casa familiar, raspando una pelota de vaqueta. Y sentado en un escalón, el padre, la leyenda del deporte autóctono, embelesado. Sonriente. Parando por unos instantes el tiempo para disfrutar de haber transferido su amor por la esfera de ocho gajos.
A Paco Genovés lo admiraron los aficionados, los rivales, pero también los deportistas de otras modalidades. Los 70 y los 80 eran tiempos en los que los pilotaris se movían con la alta sociedad. Se codeaban con futbolistas del Valencia, de baloncesto, tenistas... «Yo coincidí con él en varias comidas y sus amigos me hablaban de sus hazañas. Él me miraba como diciendo: ‘Exageran’. Pero no. Fue una persona muy humana, pero un pilotari inhumano», asegura Antonio Martínez Cascales, el entrenador de siempre de Juan Carlos Ferrero y que sigue trabajando con él en la academia Equelite, donde modelan a Carlos Alcaraz.
De Paco destacan que era cercano y genuino. Así lo corrobora Genovés II, su hijo. «Si él estaba con sus amigos, era al 100%, daba igual lo que sucediera a su alrededor. Podía pasar el presidente del gobierno, que si él estaba hablando contigo no iba a parar para girarse a saludarle», comenta. También reconoce que el entorno social acompañaba, sobre todo en la faceta que se le otorgó de ‘revitalizador del trinquet’.
«Él desarrolló su carrera deportiva a partir de los últimos años del franquismo y en los primeros de la democracia. Había más alegría, la gente trabajaba, tenía un sueldo y ganas de vivir», indica Genovés II: «Había dinero en el bolsillo y entonces el trinquet era uno de los lugares donde ir a pasar la tarde». La capacidad física de Paco, su generosidad en el esfuerzo, su técnica y sus habilidades innatas para conectar con la escala hicieron el resto. Mucho se ha escrito de aquel chaval enamorado de la pilota hasta tal punto que su madre tuvo que ir a recogerlo el día de su Primera Comunión, porque estaba jugando con amigos con la ropa que acababa de estrenar. Cuando vistió de blanco –término que significa debutar como pilotari de élite–, aceptó cualquier partida, todo desafío. Disputar más de una por jornada. Jamás dijo que no a un pueblo que quisiera contar con él en fiestas, salvo en el caso que ya hubiera dado su palabra a otra localidad.
«Paco ha sido un referente para cualquier deportista de la Comunitat y pienso que es un eterno. Esa sería la palabra, ‘Eterno Genovés’. Un deportista sobresaliente y un referente para todos los que practiquemos cualquier modalidad», asegura Ricardo Ten, laureado y camaleónico paralímpico, ya que ha sido medallista en los Juegos en ciclismo después de una exitosa carrera en la natación. Paco Genovés, en cierto sentido, guarda similitudes con él en el deporte autóctono, ya que no se limitó a la escala i corda, donde forjó su leyenda.
Jugaba partidas poco arropado contra tres figuras, aceptaba desafíos a raspall o a frontón. Le daba igual porque todo lo que sonara a ‘pilota’ le divertía. Por eso lo de cuarenta y tantas partidas en cada agosto. «De pequeño yo a mi padre apenas lo veía por casa. Jugaba dos veces al día, llegaba por la noche cuando yo estaba ya durmiendo. Antes de que me despertase, se levantaba, se tomaba un plato de comida, y a jugar de nuevo», recuerda José Cabanes: «Una vez, con tres años, me rompí el codo y le llamaba: ‘¡Paco, Paco!’, no papá».
Pero conectaron, a pesar de esos ritmos opuestos durante la niñez. «Mi padre fue para mí mucho más que eso, era mi amigo», sostiene el pilotari, Genovés II, también referente como ‘el más grande’. Y como él, lo niega: «Es que de verdad yo no creo que sea nada de eso». Pero si pides que te definan a Genovés, mucha gente te responde: ‘¿Pero al padre, o al hijo?’. Y cuenta, como su progenitor, con el reconocimiento en el mundo del frontón vasco, o en los países europeos donde se juega a pelota a mano, como Bélgica, Países Bajos o Francia.
«Ahora que me voy a retirar lo echo mucho en falta. Por lo que digo de que era mi amigo, pero también porque sé que él ya ha vivido lo mismo y me habría sabido aconsejar muy bien», argumenta Genovés II, para quien toda conversación u homenaje hacia el mito tiene un regusto de amargura: «Es de agradecer todo interés, el trato que recibimos, pero es difícil... se trata de mi padre».
Ahora él se retira el 31 de agosto y se presenta a la presidencia de la Federació, en las elecciones que se celebran el 25 de septiembre. ¿Y si no gana? «No sé, me gustaría pasar un tiempo a un segundo plano», afirma antes de añadir: «Siempre que la pilota me busque, me encontrará». La saga Genovés continúa. Hace poco, la hija pequeña de José se bajó del carro y se puso a raspar una pelota. Se la tuvieron que llevar casi a rastras del trinquet. ¡Y tanto que la saga continúa!
Seis veces fue campeón del Individual de escala i corda, alzándolo en 1986, la primera edición, así como en 1988, 1989, 1990, 1991 y 1995, la conocida como Partida del Segle.
Partidas a destajo en verano. Los trinquets y los pueblos se lo rifaban. Sobre todo en el verano, jugaba a diario, incluso dos veces. Afrontó partidas con todo tipo de condicionante para igualarlas.
Ocho títulos del Campeonato Nacional de escala i corda, el torneo que precedió a la actual Lliga. Lo alzó por primera vez en 1975, y después en 1976, 1978, 1979 , 1981, 1983, 1984 y en 1989.
Puso los cimientos de la tecnificación. Tras su retirada, no existía el actual programa de tecnificación, ni nada que se le pareciera, que tantos pilotaris ha dado ya. En el trinquet de l'Eliana empezó a dar clases de perfeccionamiento a chavales.
Supervisó el trinquet de la Politècnica. La cancha del campus universitario lleva su nombre y con todo merecimiento, más allá de su condición de referente. Durante las obras, estuvo supervisando los trabajos, botando la vaqueta en cada una de las losas, para comprobar que todo quedaba perfecto.
Antonio Mateu Lahoz (Árbitro de fútbol): «Un auténtico referente dentro y fuera del trinquet. El ejemplo de 'fer bondat' con rivales, compañeros y el público»
Anabel Medina (Extenista): «Mi padre es aficionado a la pilota, lo vio jugar y siempre me dice que por su carrera y lo que ha hecho es un referente»
Nacho Rodilla (Exjugador de baloncesto): «El más grande, emocionaba en el trinquet como pilotari y por lo que transmitía. Leyenda de la vaqueta»
José Manuel Casañ (Vocalista de 'Seguridad Social'): «Para la pilota valenciana es como Elvis Presley para el rock and roll. Un auténtico referente de nuestro deporte»
David Casinos (Medallista paralímpico): «No había pelota que perdiera porque llegaba antes que su mirada. Un deportista único en la historia»
Ferran Giner (Exfutbolista): «Reconocido por todo el mundo por su entusiasmo y su decoro hacia la pilota. Dejó miles de historias para recordar»
Raúl Antón (Monologuista): «Leyenda, historia y legado. Creo que son las tres palabras que mejor definen a Paco Genovés»
Ángel Casero (Exciclista): «Ha sido un ídolo entre los aficionados por lo mucho que ha hecho por el deporte autóctono de la Comunitat»
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