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Pere, caído a los infiernos a los que desemboca una grave lesión, sigue queriendo ser pilotari. Como cuando se dedicó a pintar casas o a aceptar cualquier chapuza que surgiera para seguir manteniéndose mientras peleaba por ser alguien en el trinquet. Y lo es. Sin duda. Por su trayectoria, a veces con altibajos pero también por un 2021 en el que, pase lo que pase, ha dado un paso al frente en cuanto a regularidad. Ya no es un mitger de dos caras, capaz de lo mejor y de arruinarse en fallos puntuales. Ya en la Lliga completó un campeonato soberbio en el que sólo cedió en la final, ante unos De la Vega, Javi y Carlos inconmensurables.
Aquella tarde en Pelayo su rostro era de contrariedad. Se había llevado el aplauso unánime pero un ganador nato como él quiere eso, ganar. Y siguió peleando, como ha hecho toda su vida. Aguardando a la siguiente cita importante, como la Copa. Junto a Marc, otro que lo ha pasado mal con una lesión prolongada, se ha plantado en la final. Lo hicieron ayer tras ganar (60-35) a Pere Roc II y Félix en Sueca.
Ofrecieron un recital de disparar, pero también de jugar siempre con intención. También, como en todas las fases finales, la fortuna jugó y quiso hacerles algún guiño. El dúo rojo cedió hasta cuatro parciales con val que pudieron cambiar el signo de la partida. O no, porque Marc y Pere, desde luego, ofrecían pocas fisuras. Con el 40-20 a su favor, sin levantar el pie del acelerador, la partida fue más rápida hasta el 60-35.
Pese a lo abultado del tanteo, el público de Sueca reconoció el esfuerzo a los cuatro pilotaris. Marc, quien conquistó la pasada Copa, tiene la opción de revalidar el título. De paso, respaldar a Pere para que disipe lo que le quede del regusto amargo de la final de la Lliga. Si gana, el mitger de la Marina Alta podrá tomarse de paso la revancha.
Sus rivales para la partida del próximo sábado en La Pobla de Vallbona se conocerán este domingo, en la partida que se disputará desde las 11:30 horas en Pelayo. Pueden ser De la Vega y Javi, que domaron a Giner, Pere y Álvaro Gimeno en la final de la Lliga de principio de año.
Junto al de Almussafes y el de Massalfassar formaba de punter Carlos que en la Copa, torneo que desde hace unos años disputan sólo parejas, forma con Puchol II: ambos integran el otro dúo que aspira a colarse en la final.
Hace un año, las finales de Copa conformaron un cartel casi inmejorable en Oliva, que acogió tanto la de escala i corda como la de raspall, modalidad habitual en el trinquet de la Safor. Este año, las modalidades vuelven a separarse y las finales, como era más habitual, se celebrarán con una semana de diferencia. Este sábado (17:45 horas, À Punt) será el turno de la de raspall, que en esta ocasión se ha programado en La Llosa de Ranes. Allí se han plantado Iván y Seve, todavía invictos en el torneo, lo que les concede la vitola de favoritos. No se lo pondrán nada fácil sus contendientes, Vicent y Lorja.
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