La sinfonía de Tonet IV

Pasadas las 21 horas de anoche resonaba música navideña por el barrio de Pelayo. Procedía del trinquet, que hoy se convertirá en el escenario donde la orquesta filarmónica Martín i Soler dará un concierto a mediodía. Los músicos iniciaron el último ensayo después del recital que ayer que, como cada sábado por la tarde, fue a cargo de un puñado de pilotaris.

En dos grandes finales del Trofeu de Mestres, la de escala i corda y la de raspall, volvió a sobresalir la figura de Tonet IV. Fue una tarde de mitgers, como ocurrió en la final del Individual que hace una semana encumbró al joven de El Genovés. El chico de 22 años se halla en estado de gracia. «Va a ser complicado repetir un año como este», admite: «Aún no soy consciente de lo que he conseguido, ahora sólo quiero seguir disfrutando de la pilota».

Ejerció de número 1, liderando su equipo, mandando en todo momento y animando al joven Vicent, especialmente cuando estaba al saque. El de Xeraco, campeón de la Copa2, cumplió en su primera gran final. Como Néstor, que suma junto a la Lliga dos trofeos de tronío en 2020.

Fue una tarde de recital de mitgers porque en escala i corda -partidón de los que duele que deba haber derrotados-, Félix demostró sobre las losas que a sus 41 años se halla en un estado de forma y a un nivel de juego de matrícula de honor. Magistral, como el nombre del torneo.

«Aún servimos para algo», bromeaba. Llega a final de año mejor que Javi, otro mitger de referencia al que la pandemia ha penalizado porque empezaba en enero la fase final de la recuperación de su lesión de hombro. «Al principio ganábamos todo y me veía arriba en el ránking. Fue parar y parecía que no había jugado nunca. Está siendo un año complicado para todos, pero con tanto parón me está costando... No me hace daño, pero no me siento al 100%», reconoce.

También debe servir el triunfo para recargar las pilas a otro mitger, Santi, que en esta ocasión actuó en la punta de un equipo liderado por Puchol II. Aunque se destaque a los mitgers, no hay que olvidar que el triunfo en el Trofeu de Mestres es una muesca más del escaleter de Vinalesa, presente en todas las finales de enjundia de este 2020. Como Tonet IV, alzar un título en este año tan extraño se ha convertido en algo casi cotidiano para él.