El título que convierte a los aspirantes en figuras

La Lliga CaixaBank de raspall concluyó en el trinquet de La Llosa de Ranes como debía: con el trinquet lleno y con los seis aspirantes al título ofreciendo espectáculo y emoción. La gloria fue para el trío local de Iván, Murcianet y Ricardet, que superaron al equipo de Xàbia de Vercher, Lorja y Néstor por 30-20.

Este es el título que consolida a Iván y a Murcianet como primeras figuras. El resto de Ontinyent viene avisando desde hace un tiempo que puede ser una seria opción para cuestionar la hegemonía de Tonet IV. Hace dos temporadas ganó la Copa para estrenar su palmarés con una gran cita profesional y en diciembre se impuso en el nuevo Campionat Mà a Mà, en el que Tonet IV no participó. La de ayer fue su primera final de la Lliga y, el triunfo, el merecido colofón a casi cinco meses de un rendimiento superlativo.

Iván ha eclosionado, ha salido definitivamente del cascarón; puede y debe fijarse el objetivo de luchar por ser el número uno, por manos y porque así lo reconocen los sabios habituales del trinquet. 'Eixe xiquet juga molt' es una frase que se repite a menudo para definir su estilo técnico y contundente a partes iguales. Desde ya está pensando en el Individual, el feudo de Tonet IV desde hace tres temporadas donde de momento nadie le tose.

Para Murcianet ha sido el segundo título de Lliga, además consecutivo, aunque el primero como mitger. El de Castelló daba la gracias a la Fundació per la Pilota en la presentación del torneo y en la de la final por el hecho de confiar en él para cambiar de ubicación. Se corría cierto riesgo, que ha quedado disipado durante el transcurso del campeonato y con su actuación eléctrica y decisiva en la final. Nos cuenta su principal seguidor, su padre, que Adrián se ha tomado muy en serio ser alguien en la pilota. Lleva un tiempo trabajando con un preparador, controla la alimentación de manera exhaustiva y ha renunciado al ocio propio de un chaval de veinte años para estar 'com una poma' en las partidas. La regularidad y la fiabilidad, que a veces lastraban sus actuaciones, han resultado impecables en estos meses. Además es un pilotari que conecta con el público, de sangre caliente, y eso gusta mucho en el trinquet.

Ricardet sí que llegaba consolidado a la final. En la punta es un referente. Cierto es que los restos y mitgers acaparan más responsabilidad y elogios, pero si el tercero no funciona hay poco que hacer. Y Ricardet es de los que mejor funcionan; probablemente el que más. La prueba está, y esto no puede ser casualidad, que con el de ayer ya acumula cuatro títulos en la Lliga.

Vercher, Lorja y Néstor también merecen el reconocimiento. Ayer no comenzaron del todo bien y cedieron los cuatro primeros juegos, en algunos oponiendo contra, pero lo cierto es que fueron inferiores en este tramo por menos precisos y seguros. Y llegó la reacción, liderada por el resto de Piles, que también está llamado a hacer cosas importantes. Vercher irrumpió en la primera línea del raspall en la temporada 2019 y desde entonces se ha mantenido firme. Es uno de los imprescindibles en cualquier evento que se considere relevante porque es de los que más juega. Se ha quedado a las puertas de su segunda Lliga, pero seguro que tendrá más oportunidades de ganarla.

Con Lorja pasa algo parecido. En su currículum no aparece ninguna Lliga, aunque ha jugado cuatro finales; palabras mayores. El título se le resiste pero el de Alzira se ha ganado el paso de la punta al medio con un juego muy particular, característico y sobre todo incómodo para los de enfrente. Ayer, cuando despertó, fue clave para igualar a 20 y para dar guerra hasta la conclusión como gregario de Vercher.

Néstor es otro caso Ricardet; con muchos títulos menores pero de prestigio e incluso una Lliga. Es un pilotari que hace equipo y su faena; una punta como toca.

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