Los tríos de Pablo y Punxa se batirán por la Lliga de raspall

Seis pilotaris, seis maneras de convivir con la vaqueta, seis chavales que han mantenido la forma como han podido durante el estado de alarma con vistas en una Lliga, entonces, de incierto futuro. Pablo, Seve y Lorja, por un lado, y Punxa, Tonet IV y Néstor, por el otro, superaron ayer el penúltimo peldaño para ser los primeros triunfadores post coronavirus. Como el martes en Oliva, ambos tríos superaron a sus contrincantes –esta vez con más claridad (y el mismo 30-10)– para citarse el sábado que viene en Castelló de Rugat.

El segundo asalto fue en Bellreguard y con público. Escenario, por tanto, muy distinto al largo trinquet de Oliva, donde las primeras partidas de semifinales se jugaron a puerta cerrada. Los pilotaris, por ese motivo, coincidían en afrontar con mayor ilusión y esperanza la jornada de ayer en la catedral del raspall.

Lo visto sobre las losas debe servir como aperitivo de la partida por el título. Los dos tríos vencedores dejan claro su estilo y sus armas en la batalla por el título. Pablo, Seve y Lorja son un bloque compacto, que van a una y donde todos están a un nivel más que notable teniendo en cuenta el parón. En el otro equipo, Tonet IV es el que lleva la voz cantante en tareas ofensivas: está más que bien resguardado por Néstor y tiene detrás un Punxa que además de mostrarse seguro es incisivo en el saque.

En la primera partida, sobresalió la figura de Tonet IV, posiblemente el mitger más en forma del raspall de élite. Líder indiscutible del equipo rojo. Empleó toda su fuerza en apretar a sus contrincantes y, sobre todo, en anular a su homólogo en el equipo azul, Jaume Sanchis.

El mediero, que debía llevar la iniciativa en el trío que completaban los jóvenes Vercher y Javi López, se mostró bravo en tareas defensivas, pero apenas pudo cargar. El saque de Punxa y su fiabilidad, junto con la de Néstor, condimentaron la labor desplegada por Tonet IV para cerrar la partida en 30-10, con menos suspense que el martes.

Esta Lliga, sin embargo, deja buenas noticias en el equipo perdedor: la confirmación de que Vercher es un resto con mucho futuro, la recuperación del gran nivel de Sanchis y la irrupción de Javi López que, sin haber cumplido los 18, ha demostrado que tiene mucho que decir.

Como Pablo, Seve y Lorja. Cemento armado. Tres pilotaris ambiciosos que han dominado tanto la fase regular como las semifinales. En todo el campeonato han perdido dos partidas porque se han mostrado como un bloque compacto. El resto de Barxeta, actual campeón de Copa, está quizás en el mejor nivel de su carrera, pletórico de confianza.

Además, cuenta con dos socios de tronío como Seve –el mitger que ahora discute a Tonet IV la condición del mejor de esta demarcación– y Lorja, punter cada vez más habitual en las finales. Han sido superiores a Ian Canari y Ricardet, un trío que ya sabe lo que es ganar la Lliga pero que quizás no ha llegado al campeonato en su mejor momento para poder reeditar su éxito.