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Viernes, 30 de octubre 2020, 23:54
Mario de Riba-roja puede presumir de haber debutado en el Individual con 18 años. Y de haber dejado la sensación de que en él se adivina un futuro pilotari, con mucho que decir en este y otros torneos. Pero el mano a mano es implacable, impredecible y abierto a que haya sorpresas, aunque con cierto límite. Parecía poco menos que imposible que pillase desprevenido a De la Vega, otro joven pero que ya cuenta con una Lliga de escala i corda en su palmarés. El de Almussafes no dio opciones y, aunque se vio una buena partida, acabó imponiéndose con solvencia (60-35).
Fue el primer duelo de un cuadro principal que terminará de configurarse este domingo en Benissa (18.30 horas), donde Santi de Finestrat y Héctor de Laguar disputarán la última previa. La otra por jugarse –debía ser hoy en Pelayo– se decidió ayer con la renuncia de Sacha por una indisposición: Nacho peleará en octavos ante Pere Roc II, uno de los favoritos. También este domingo se jugará la segunda partida de esa ronda: en Bellreguard, a las 17, José Salvador ante Pablo de Sella.
Una de las curiosidades de este Individual es que todos los pilotaris visten de blanco, haciendo así un guiño al tradicional atuendo en el trinquet. 'Vestir de blanc' es la expresión que se usa para referirse a un jugador que llega a profesional, por lo que para Mario lo de este viernes en Vila-real puede representar el prólogo de una carrera a punto de arrancar. Los deportistas llevarán ribetes en la camiseta rojo o azul, colores que se decidió usar para distinguir los equipos, pensandos en las retransmisiones televisivas.
La actividad profesional tiene este sábado un indudable epicentro. Oliva acoge tres partidas y la más importante, sin lugar a dudas, no se disputará sobre las losas del trinquet de la Safor. La pilota de élite tiene la responsabilidad de demostrar, como ha venido haciendo en las últimas semanas, que puede organizar una competición con público en estos tiempos de coronavirus. Con canchas que ya han cerrado por sendos brotes en sus poblaciones –que no en el ámbito de la vaqueta– como Guadassuar, Piles o Xeraco, las finales de Copa serán una demostración de se hacen los deberes antes y durante cada partida.
Desde el pasado sábado se han vendido entradas numeradas para garantizar esta tarde la distancia de seguridad en uno de los trinquets con más aforo, posiblemente el que más junto al de la Ciutat de la Pilota en Moncada. Además de no permitir un acceso más del máximo fijado por el protocolo, los aficionados deberán mantener la distancia de seguridad y usar gel. Además, el servicio de bar, que habitualmente está en el interior de la instalación, se ubicará fuera.
En el dispositivo para velar por que todas las normas se cumplan participarán miembros de Protección Civil y agentes tanto de la Policía Local de Oliva como de la Guardia Civil. Además, en la organización, además de la gente del club de pilota de oliva participará la empresa El Zurdo, gestora del trinquet de Bellreguard, que hoy estará cerrado.
Todo este entramado busca que ocho pilotaris se centren exclusivamente en competir. La jornada arrancará a las 16.15 horas con la presentación de los contendientes. Quince minutos después arrancará la partida por la Copa de escala i corda, en la que estarán los tres campeones de Lliga, Puchol II, Guillermo y Tomàs II. Los dos primeros, en un equipo y el mitger de Xaló, junto a Marc.
A continuación se celebrará la final de Copa de raspall. Ian y Brisca, que han recuperado su mejor nivel, se enfrentan a Marrahí –quien busca completar su palmarés– y Lorja, quien luchará por su primer título oficial tras perder tres finales de Lliga. A la conclusión de las partidas, no se puede invadir la cancha. Otra medida frente al Covid-19.
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