Urgente Un afortunado gana 128.370,85 euros con la Bonoloto de este lunes en un municipio de 1.500 habitantes
Las campeonas, alzan los trofeos a la conclusión de la partida. fpv

Victoria y Mar, la pareja invencible

Las pilotaris han ganado las cinco Lligues que han disputado juntas (40-10). Las deportistas se quejan de la calle, determinante en muchos de los tantos: «Era horrible, el punto dependía más de la suerte que del juego»

Sábado, 10 de julio 2021

Victoria y Mar han fundado, como defensoras de Bicorp, una sociedad que a día de hoy parece invencible. «Nosotras seguiremos entrenando y lo intentaremos», avisa Noelia Puertes. De momento, ella y su hermana Ana, la eterna pareja de Beniparrell en los torneos femeninos de raspall, deberán seguir trabajando para vencer a dos pilotaris que no dejan de evolucionar. Ambas con condiciones para jugar de resto, han analizado hasta qué demarcación le iba mejor a cada una. Y, para colmo, han hecho de la pandemia una virtud para acoplar sus estudios y la preparación para el deporte de élite.

Publicidad

Ahí están los resultados: Victoria y Mar encadenaron ayer su quinto título de la Lliga femenina de raspall. Lo hicieron al ganar con claridad en Càrcer a las hermanas Puertes (40-10), que sufrieron más las trampas de una calle natural que abre el debate sobre dónde programar partidas de primer nivel en el futuro.

A Ana le chocaron varios saques del primer juego que escupieron la pelota hacia su lado del a cancha. Victoria y Mar rompieron desde el resto (10-5, se empezaba en iguales a 5) y esto les dio tranquilidad. En la pareja invencible, Victoria juega detrás y saca. «El primer año lo hicimos al revés, pero vimos que yo estoy más cómoda así», señala.

Ella apostó más por la potencia, disparando por el centro de la calle. El asfalto también condicionaba el bote, pero buscar la pared suponía jugar a la lotería. Bicorp retuvo su saque y rompió de nuevo. En un santiamén tenía encarrilada la final (25-5). Ana y Noelia no se rindieron. «La verdad es que ellas han sabido buscar mejor la pared, aunque a mí con val varias veces me ha rebotado en una puerta... la calle también juega», dijo Ana, diplomática. Sumaron al saque (25-10) y pelearon hasta el desenlace.

«Nosotras estamos bien, se ha visto en una final en la que ha hecho mucho calor. Hacemos entrenamientos específicos. Yo creo que físicamente me encuentro mejor que cuando estaba en la facultad», comentó Noelia. Victoria y Mar, portentosas raspando y jugando al aire, siguiendo imprimiéndole intensidad al juego para no conceder a sus rivales más opciones (40-10).

Publicidad

«Estamos contentas con la victoria, pero esta partida no refleja lo que ha sido una Lliga muy igualada. La clave ha estado en la calle, era horrible, cada punto dependía más de la suerte que del juego», se quejó Mar: «Yo prefiero el trinquet, pero finales como esta al menos deberían programarse en calles más neutras. Si queremos dar a conocer el deporte femenino, necesitamos que la gente nos vea por la tele, y ha sido aburrido». La de Bicorp fue la más contundente, pero las cuatro finalistas coincidieron en que la cancha había influido en el juego. Unas contentas, otras deseando entrenar mañana de cara a siguientes torneos y a futuras reediciones de lo que ya es el clásico del raspall femenino.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad