En el actual formato de la Copa Davis es muy importante comenzar ganando el primer partido, ya que un resbalón te pone contra las cuerdas. Bien lo sabe España, que el pasado año perdió con Chequia en el debut en la Fonteta por un rotundo 0-3 y ya no pudo levantar el vuelo, para quedar eliminados de la ronda final. El triunfo de ayer, precisamente ante los checos por 0-3, permite a los de David Ferrer depender de sí mismos no sólo para estar en la Final Four de Málaga sino para hacerlo como primero del Grupo B, ya que están empatados en la primera plaza con Australia, su rival del domingo, y llegarían con esa condición de aspirantes a todo si doblegan mañana a Francia, que cayeron contra los oceánicos en la primera jornada de la fase de Valencia.
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El deseo de España, en esta edición de 2024, es conseguir su séptima ensaladera. La primera data del año 2000 y la última de 2019, cuando vencieron en la final a Canadá en Madrid. El mejor dato de que estamos ante un combinado en reconstrucción, con la realidad de que Rafa Nadal es muy posible que ya no vuelva a vestirse la camiseta roja en el torneo, es que en el último ránking de la competición, fechado en marzo de este año antes de comenzar las eliminatorias previas del torneo de esta temporada, España estaba en la posición 17 con un total de 339 puntos. Sus tres rivales en la Fonteta, están por encima. Al que batió ayer se encontraba en esa lista en la octava plaza, al de mañana en undécima y al del domingo en la segunda. Es bueno enfocar bien las cosas para darles, si se tercia, el valor justo que les corresponde.
El mejor ejemplo de todo lo explicado reside en Carlos Alcaraz. El murciano, actual número 3 de la ATP, tiene a sus pies a toda la afición española. En Valencia, cada movimiento suyo está jalonado de aplausos y cariño. Ayer, cuando por la mañana bajó del coche oficial para entrenar se encontró con el cariño de los jugadores y jugadoras de L'Alqueria. Sacó su mejor sonrisa. Nada más entrar a calentar antes de su partido frente a Machac, rugió la Fonteta. En la pista, había que superar las dudas que arrastraba de su temprana eliminación en el US Open. Ahí, Alcaraz se mostró algo oxidado en su partido individual pero lo acabó sacando para sellar el triunfo de España.
El murciano rompió el saque de Machac en el primer juego... pero el checo se lo devolvió, en blanco, en el segundo. Mal asunto. El español tuvo una bola de rotura en el tercero, no la aprovechó, y al menos mantuvo la concentración en su saque, ganando tres juegos en blanco, para llevar el desenlace del primer set al 'tie-break'. Ahí, dos puntos seguidos de Machac con saque del español (5-2), fueron decisivos para que el checo se llevara el primer set por 7-6. En el segundo, apareció una de esas variables que nadie controla pero que son decisivas en el deporte. En el cuarto juego, Machac comenzó a evidenciar un problema muscular en su pierna derecha. Alcaraz se llevó esa manga por un contundente 1-6, su rival pidió el parón médico para ser tratado en vestuarios pero sólo duró seis puntos del tercer set. Con 40-15 en el primer juego, se desestabilizó en el saque al no poder soportar el peso del cuerpo en su pierna derecha. Un punto después, con 40-30, su capitán le pidió que no forzara pero decidió seguir. Una carrera para llegar a una fuerte derecha de Alcaraz fue su final. Terminó roto y entre lágrimas. La Fonteta le despidió con una ovación y el murciano no celebró el triunfo hasta que su rival abandonó la pista tapando sus lágrimas con una toalla.
En el primer partido del duelo, el final se resistió con demasiado suspense pero Roberto Bautista Agut aprovechó su tercera bola de partido para finiquitar el duelo contra Jiri Lehecka, al que acabó derrotando por 6-7 y 4-6. Cuando el último golpe del checo se estrelló contra la red, toda la Fonteta estalló de alegría para celebrar el primer triunfo de España. Con la misión de quitarse el mal sabor de boca del pasado año, cuando los de David Ferrer no pudieron clasificarse para la Final a Ocho de Málaga, todo paso es importante.
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El valenciano tuvo que subir el nivel de concentración al máximo a los tres minutos de partido. Fue el tiempo que Lehecka necesitó para ganar el primer juego del duelo, que rompía el primer saque del español para hacerlo bueno con el suyo (2-0). Un buen tercer juego, sólido, sirvió para que el castellonense fuera más agresivo en el cuarto. Con tres bolas de break, aprovechó la segunda para poner el 2-2 y devolver la rotura del servicio a su rival. El español enlazó tres juegos seguidos, anotándose el quinto en blanco (2-3) y pudo casi finiquitar el set en el sexto, con dos bolas de rotura que levantó el checo para volver a empatar el suelo (3-3). Desde entonces, los dos tenistas defendieron su saque hasta llegar al desempate. Un 'mini break' de Bautista para comenzar fue acusado en el mentón para Lehecka. En pocos segundos, el marcador del juego decisivo ya lucía un 0-3 que se convirtió en un 0-6. A la segunda bola de set, el valenciano se hizo con la primera manga.
Aún restaba sufrir, pese que Bautista rompió muy pronto el servicio de su rival en el segundo set, fue en el tercer juego para poner el 1-2, y volvió a hacerlo en el séptimo (2-5). Cuando todo parecía sentenciado, el español desaprovechó su primera bola de partido y Lehecka le acabó rompiendo el servicio (3-5). Dos juegos después, el valenciano no desaprovechó la oportunidad. En el partido de dobles, Alcazar y Granollers sellaron la rotunda victoria frente a los checos, remontando a Mensik y Pavlasek para acabar ganando 7-6, 3-6 y 6-7.
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