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Lo que se vivió este viernes en la Fonteta fue especial. Si fueron afortunados de estar presentes, seguro que no lo olvidarán jamás. Entre Roberto ... Bautista y Carlos Alcaraz, el equipo español de Copa Davis levantó en repetidas ocasiones de sus asientos al público valenciano desatando al euforia con partidos increíbles y puntos de videojuego. Todo ello, con el colofón final de conseguir la victoria en el cara a cara ante Francia sin necesidad de recurrir al dobles y consiguiendo así el pase matemático a las fases finales de Málaga que se disputarán en unos meses. Y es que España vuelve a estar entre los ocho mejores países del 'Mundial del tenis' —así se hace llamar a sí misma la Davis— tras la decepción del año pasado. El delirio de la Fonteta con el equipo capitaneado por David Ferrer aupó a los tenistas nacionales a conseguir ese ansiado objetivo, que indirectamente, clasificó también a Australia, también ganadora contra los mismos adversiarios —Chequia y Francia— y rival el domingo por el primer puesto de grupo.
El castellonense Roberto Bautista abrió la tarde volviendo a enfundarse la vestimenta del equipo español de Copa Davis, para medirse al francés Arthur Fils, y lo hizo con otra victoria, esta vez remontando tras perder el primer set (2-6, 7-5 y 6-3). No era un partido fácil, ya que el joven galo está atravesando un gran momento tenístico, colocado entre las treinta mejores raquetas del planeta, mientras que el español está lejos de su mejor versión, alejado del top-50 del a ATP, después de sufrir alguna que otra lesión que ha mermado su rendimiento en los últimos meses. Pero eso en la Davis, no importa.
El apoyo del público de Valencia fue clave para Bautista, que venía con la confianza de haber derrotado el miércoles al checo Jiri Lehecka en sets corridos, por 7-6 y 6-4. El partido, no obstante, comenzó con un primer juego larguísimo, que duró algo más de un cuarto de hora tras varios deuces. El cansancio físico y mental de dicho juego acabó pasando factura al castellonense, que cedió su servicio en repetidas ocasiones ante Fils y acabó sucumbiendo en la primera manga por 6-2.
Pese al varapalo inicial, Bautista supo reponerse en el segundo set, mejorando su tenis gracias al apoyo de la Fonteta. Cuando parecía que lo tenía todo perdido, con un break abajo, supo remar y remontar para acabar llevándose la segunda manga por 5-7 desatando la locura en el pabellón taronja y asestando un golpe anímico notable en Fils, que empezó a desquiciarse con sus errores no forzados y especialmente con sus dobles faltas.
Ya en la tercera manga, el español siguió apretando ante las evidentes debilidades de su oponente, que llegó a pedir el tiempo muerto de asistencia física por unas molestias musculares en su pierna derecha. Ese problema empezó a afectar a la movilidad del galo, que ya no llegaba tan sobrado a algunas bolas, y Bautista dio un paso al frente en el octavo juego para romper el servicio de su contrincante para posteriormente sentenciar la tercera manga con un 6-3.
Después llegó el turno de Carlos Alcaraz, que hizo lo que mejor sabe: ganar, ganar y volver a ganar. El murciano superó en dos sets corridos al francés Ugo Humbert por 6-3 y 6-3. El pupilo de Ferrero pudo romper el servicio de su contrincante por primera vez al quinto juego, poniéndose por delante en el marcador y arrinconando a Humbert contra las cuerdas. El francés sabía que una derrota dejaba a su país eliminado de la Davis y empezó a arriesgar más, motivo que le llevó a cometer errores no forzados. Eso lo aprovechó el español para, con el 5-3 a favor y al resto, sacarse un puntazo de la manga que levantó al público de la Fonteta, y acabar rompiendo el servicio de su oponente para cerrar la primera manga por la vía rápida en menos de 40 minutos por 6-3.
El segundo set no tuvo un guion diferente. Carlos no soltó el acelerador y presionaba con su potente derecha y su calculado revés a un Humbert que empezaba a ponerse nervioso y que recurría constantemente a las miradas a su banquillo en busca de algún consejo que le ayudara a revertir la situación. Con la presión encima, en el sexto juego cometió una doble falta cuando Alcaraz tenía ventaja a favor y el francés cedió su servicio para finalizar con otro 6-3.
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