Alcaraz ha reflotado la Davis

Las autoridades, deportivas y políticas, sin embargo, harían bien de huir de la euforia. La Copa Davis en Valencia la ha reflotado un chico de 19 años. El cartel que confeccionaron las bolas del bombo del sorteo se fue desmoronando de una forma más o menos previsible. Con Nadal eligiendo cada vez más sus comparecencias, Djokovic enfadado porque se ha perdido tres de los cuatro Grand Slam de la temporada por su rechazo a la vacuna del Covid-19 y ambos confirmados para una Laver Cup que esta semana organizada como un 'last dance' del 'Big Three' por la retirada de Federer, resultaba impensable que fuesen a venir días antes a disputar una ronda previa. De los dos canadienses, la suerte ha sido la pronta eliminación de Auger-Aliassime en el US Open.

Pero a decir verdad, la Davis no la habrían salvado ni Aliassime ni Shapovalov por muy buenos tenistas que sean, igual que no lo hacen las notables raquetas valencianas que se alinean en el equipo español, esto es, Roberto Bautista Agut y Pedro Martínez Portero. La verdadera fortuna ha sido que Carlos Alcaraz haya ganado en Nueva York, haya sido número uno desatando el éxtasis de los aficionados, no sólo españoles, justo antes de la Davis en Valenica y esté loco por ganar la competición. Al murciano le intentaron seducir para que estuviera esta semana en la Laver Cup, con el componente emotivo que habría supuesto estar en el último baile de su ídolo Federer. Pero prefirió la Davis, quizás sin saber aún que el suizo ya no competirá más después de esta semana, porque le encanta jugar en equipo y defender la bandera española. Y también habrá tenido algo que decir su entrenador, Juan Carlos Ferrero, héroe de la competición y, sobre todo, amigo y socio en el extinto Valencia Open500 de David Ferrer. El de Xàbia dirige la Copa Davis y, por cierto, durante su etapa como tenista tuvo como mánager al actual de Alcaraz.

La Generalitat haría bien en estrechar todos estos lazos porque Alcaraz sí que es un apuesta segura. Hablo como reclamo. El público, cuando vio en los carteles 'Serbia-España-Canadá-Corea' se lanzó a comprar entradas atraído por un supuesto Nadal-Djokovic en la Fonteta. Aparte de los incondicionales del tenis, los aficionados necesitan jugadores con tirón y más allá de Nadal y Djokovic pocos lo tienen quitando a Alcaraz. Esta semana, en la grada, había gente mostrando su fastidio por la ausencia del balear y del serbio. Las localidades de 2022 ya estaban vendidas, pero habrá que volver a llenar la Fonteta en 2023.

Y como dijo el presidente de la Federación Internacional, David Haggerty, los actores que participan en la Davis quieren estadios llenos. Valencia tiene encauzada la final una vez expire el contrato con Málaga a base de diplomacia. Por cierto, en este sentido aportaría algún granito de arena que el alcalde se pasase por la Fonteta, aunque fuera un rato en cinco días de evento. Para que Kosmos acceda a firmar un contrato con el presidente de la Generalitat hace falta que se repita la imagen de la Fonteta del pasado jueves y la de este domingo. Y sin duda, quien alcanzó una sintonía total con el público fue Carlos Alcaraz. Ningún otro. Por mucho que viniese azotado por el desgaste del US Open y el jet lag. Hay que 'ficharlo' para la causa, como la organización del Maratón y el Medio ha hecho con la formidable atleta Letesenbet Gidey.