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El año pasado, España se complicó la vida perdiendo el primer duelo mano a mano ante Chequia y a partir de ahí todo se puso ... cuesta arriba. No se pudo superar tampoco a la imparable Serbia de Novak Djokovic y el equipo local cayó eliminado, aunque luego se maquilló el resultado imponiéndose a Corea. Este año, las cosas van mejor.
Con Carlos Alcaraz en el equipo nacional de Copa Davis, los españoles tienen ahora mismo una bola de partido para sellar su pase a la gran final de Málaga. Dependen de sí mismos, y la situación es muy fácil de explicar: si ganan el mano a mano de este viernes ante Francia, la fase de grupos que se disputa en la Fonteta estaría vista para sentencia, sin importar lo que sucediera en el fin de semana. Y es que la derrota de Chequia ante Australia de este jueves dejó ya eliminados a los centroeuropeos, y a los oceánicos con pie y tres cuartos de pie en la gran final. Los de Lleyton Hewitt tienen un 2-0 tras vencer a Francia y Chequia, por lo que si España es capaz de ganar a los galos, igualaría ese 2-0 habiendo vencido a los mismos rivales y ambos estarían ya clasificados, con las otras dos selecciones matemáticamente eliminadas. Es decir, este viernes, a partir de las 16 horas, Valencia jugará un papel fundamental para que España pueda certificar su pase a la gran final y de paso, eliminar a Francia.
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En caso de conseguir el triunfo en el cruce, la semana tenística de la Fonteta se vería resuelta en cuestión de cuatro días, con dos cruces ya sin nada en juego para el fin de semana. No es lo más deseado por los organizadores, seguramente. Y es que si España gana a Francia, el duelo del domingo ante Australia sería descafeinado, ya con ambas selecciones clasificadas, pero con el único aliciente de saber quién queda primera de grupo y quién segunda, que tiene efectos de cara al sorteo de cabezas de serie para saber el rival en las rondas finales de Málaga. Por otra parte, el cruce del sábado, entre Francia y Chequia, tampoco tendría nada en juego, ya que ambos conjuntos estarían eliminados y únicamente se jugarían el honor de no marcharse de Valencia sin una victoria.
Para ello, la selección española entrenada por David Ferrer tiene muy claro lo que tiene que hacer. Ganar los dos partidos individuales de primeras y no tener que recurrir al dobles. Por la vía rápida y sin sobresaltos. Ese sería el escenario ideal. El buen nivel de Roberto Bautista Agut en el estreno del miércoles hace pensar que el castellonense repetiría como número dos español, dejando a Pedro Martínez y Pablo Carreño en el banquillo. En ese duelo de segundas espadas Bautista se podría ver las caras con Arthur Fils. Lo que está claro es que el segundo partido de individuales, que puede ser el decisivo si Bautista ha conseguido el triunfo inicial, lo jugará Carlos Alcaraz. La estrella murciana tendría en sus manos, presumiblemente ante Ugo Humbert, la posibilidad de clasificar matemáticamente a España —e indirectamente a Australia— para las finales de Málaga. Tras un partido dubitativo el miércoles ante Machac, ganado por la retirada del checo que sufrió de problemas físicos, Alcaraz tiene ahora la oportunidad de resarcirse y encontrar su mejor tenis ante el público de la Fonteta.
En el caso de que entre españoles y franceses se repartan los partidos individuales y haya que recurrir al dobles, la pareja esperada sería la misma del otro día, la formada por Alcaraz y Marcel Granollers, el especialista de la modalidad por parejas. No obstante, si España es capaz de sentenciar la contienda con dos victorias individuales, es presumible que el murciano descanse en el dobles para no forzar, ya que España estaría clasificada.
El escenario que nadie se quiere plantear, pero que podría suceder, es que Francia derrote a España y lo deje todo abierto todavía. Los checos estarían ya eliminados, pero se quedaría aún todo abierto para el fin de semana. Ahí España tendría que ganar sí o sí a Australia para poder ir a las finales, mientras que los galos podrían sellar su pase ante la débil Chequia el sábado. Algo que de bien seguro los chicos de David Ferrer no quieren ni plantearse. La vía fácil, rápida y sin complicaciones pasa por derrotar este viernes a Francia en la Fonteta y ayudarse del cariño y apoyo que desprenda la afición de Valencia. No será fácil, puesto que el equipo francés tiene nivel de sobra para poner las cosas complicadas y hacer sudar a los locales.
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