Djokovic, desesperado con un público rendido a Alcaraz: gestos desafiantes y raqueta rota

Novak Djokovic ha vuelto a demostrar en la final de Wimbledon ante Carlos Alcaraz su complicada personalidad. El serbio ha vivido un duelo contra el murciano pero también contra el público de la pista Central, al que ha dedicado gestos en varias ocasiones durante el transcurso del partido.

En realidad, ese desencuentro viene de la semifinal ante Jannik Sinner. Allí, tras algunas quejas del serbio por silbidos que le despistaron, se llevó el dedo al oído después de ganar el punto. Más tarde, completó su desafío haciendo el gesto de llorón a la grada.

Este domingo, la central del All England Club ha evidenciado desde el inicio que su preferido para ganar el título era Carlos Alcaraz. Algo que no debe haber gustado al serbio, que ha tenido una actitud desafiante. No se ha sentido cómodo y ha acudido a hablar con el juez de silla para quejarse después de que le pitaran un warning por tardar demasiado en sacar.

Estaba nervioso el balcánico, que también ha roto la raqueta después de perder su servicio, tras golpearla duramente contra el poste de la red. Una actitud muy poco habitual en él a lo largo de los últimos años y que ha puesto en evidencia todo lo que había en juego en este partido.

Finalmente, ha sido Alcaraz quien ha logrado su primer título en Wimbledon. Djokovic se ha quedado a las puertas de su octava corona, una hazaña que solo ha llevado a cabo Roger Federer en el circuito masculino y Navratilova (con 9) en el femenino.

A la hora de la entrega de títulos, toda esa crispación ha quedado atrás y la grada ha brindado una gran ovación al campeón de 23 Grand Slam. Parece que la relación de 'Nole' con la grada es de amor-odio.

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